EE.UU. acusa a Irán del ataque a dos petroleros en el golfo de Omán
▶Teherán niega su responsabilidad en los hechos, que han disparado el temor a un conflicto bélico con repercusión en el comercio mundial
La tensión vuelve a crecer en el golfo de Omán, punto clave para la economía mundial porque por allí pasa una quinta parte del petróleo que se consume en el mundo. Un mes después de que cuatro petroleros fueran saboteados en la zona, otros dos barcos sufrieron ayer daños, sus tripulaciones tuvieron que ser evacuadas de urgencia y los equipos de búsqueda y rescate de Irán llevaron a los 44 marineros de los dos petroleros al puerto de Jask, según informó la agencia oficial Irna. Este nuevo ataque, que se produjo con torpedos, según el diario especializado en temas navieros «Tradewinds», coincidió con la visita a Teherán del primer ministro japonés, Shinzo Abe, que llevó al Líder Supremo, Alí Jamenei, un mensaje de Donald Trump para intentar recuperar el diálogo entre los dos países, roto desde que Estados Unidos saliera de forma unilateral del acuerdo nuclear y volviera a imponer sanciones. Los buques portaban «carga vinculada con Japón», según el ministro de Comercio de este país.
Washington responsabilizó ayer sin ambages a Irán de estar detrás del nuevo ataque a barcos petroleros, en un episodio que dispara la tensión entre Washington y Teherán. El incidente se produce después de que en abril Irán amenazara con cerrar ese paso marítimo.
Pocas horas después de conocerse la noticia, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, comparecía para acusar a la república islámica de estar detrás del ataque. «El Gobierno de EE.UU. ha determinado que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques ocurridos hoy en el golfo de Omán», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense en una breve comparecencia de prensa, en la que no admitió preguntas. «La determinación está basada en inteligencia, las armas usadas, la capacitación necesaria para ejecutar la operación, ataques similares de Irán a barcos y el hecho
de que no hay ningún grupo aliado en el área que tenga los recursos y la capacidad para actuar con ese alto nivel de sofisticación».
En mayo, después de que se produjeran los primeros ataques a petroleros, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, dijo que era «casi seguro» que Irán estaba detrás. «¿Quién si no lo va a estar haciendo», dijo Bolton, que no ha presentado pruebas concluyentes sobre su acusación hasta el momento, a pesar de que prometió llevarlas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
«Se trata de una campaña inaceptable de escalada de tensiones», dijo Pompeo sobre la actuación de Irán en la región, presente en varios conflictos contra aliados estadounidenses, como es el caso de la guerra civil en Yemen.
Nueva hipótesis
Aunque las primeras informaciones se referían al uso de torpedos en los ataques, según aseguraron fuentes del Pentágono a varios medios estadounidenses, la sospecha de las autoridades militares es que los ataques fueron realizados por submarinistas que colocaron bombas lapa en los barcos. Los tripulantes del destructor «USS Bainbridge», que estaba en la zona y ayudó en el rescate de uno de los barcos atacados, informaron de la presencia de uno de esos artefactos, que no había explotado, en una de las naves.
El último ataque se solapó con la visita a Irán del primer ministro de Japón, Shinzo Abe. En su entrevista con el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, Abe le entregó un mensaje de Trump. Jameini lo rechazó: «No considero a Trump merecedor de ningún intercambio de mensajes, y no tengo una respuesta para él, ni ahora ni en el futuro».
«Irán ha rechazado la diplomacia», reaccionó Pompeo, que añadió que Irán además había «insultado» a Japón, ya que una de las naves estaba vinculada al país asiático.
El incidente echa más gasolina a una relación entre Washington y Teherán de por sí explosiva, sobre todo tras la llegada de Donald Trump al poder. El presidente de EE.UU. ha cancelado el acuerdo nuclear con Irán –a pesar de la oposición de sus aliados europeos–, ha reforzado la presencia militar en la región (hace seis semanas, envió un portaaviones y un barco de guerra), ha ampliado las sanciones económicas contra Teherán, ha dado apoyo a Arabia Saudí en la guerra civil de Yemen –donde Irán respalda a los rebeldes hutíes– e insiste en reforzar militarmente a Riad, incluso con la oposición de sus aliados republicanos en el Congreso.
Bombas lapa
El Pentágono sospecha que varios submarinistas colocaron bombas lapa en los dos buques cisterna
Rescate iraní
Irán envió a sus servicios de rescate, que lograron evacuar a las tripulaciones de los dos navíos
Consejo de Seguridad
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente Trump afirmó «respetar» la iniciativa del viaje del primer ministro japonés a Irán, pero advirtió de que es muy pronto «ni siquiera para pensar» en un acuerdo entre Washington y Teherán.
Ante la posibilidad de que la escalada lleve a un conflicto bélico, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, aseguró desde Nueva York que «si hay algo que el mundo no se puede permitir es una gran confrontación en la región del Golfo». El Consejo de Seguridad de la ONU se citó ayer por la noche para tratar el incidente de los petroleros, en una reunión de urgencia solicitada por la delegación estadounidense.
El Golfo se ha convertido en un nue