El Papa reprende a los nuncios por «hablar mal» de él a sus espaldas
▶ Les entrega un decálogo en el que les solicita abandonar los lujos y no aceptar regalos costosos
El Papa aprovechó ayer la cumbre de nuncios que se celebra en el Vaticano desde el miércoles para mejorar el modo de trabajo de quienes ocupan cargos de responsabilidad en la Iglesia. Aunque su mensaje iba dirigido a sus representantes diplomáticos, «puede aplicarse también a los obispos, sacerdotes y a las personas consagradas a Dios», añadió.
Francisco obvió las medias tintas y pidió directamente a sus representantes pontificios que «no hablen mal del Papa», que sean siempre ejemplares, que no vivan entre lujos y no acepten regalos costosos que puedan condicionarles. «Es incompatible con su misión criticar al Papa por detrás, teniendo blogs o incluso uniéndose a grupos hostiles a él, a la Curia y a la Iglesia de Roma», exclamó Francisco, durante su encuentro con los 98 nuncios actualmente activos, con otros 46 jubilados y con cinco representantes permanentes en organismos internacionales.
La tercera reunión del Papa con sus nuncios en lo que va de pontificado tiene como objetivo hacer balance de su misión y ajustar las prioridades. Unas responsabilidades que Francisco resumió en un decálogo lleno de perlas y que luego entregó a sus representantes diplomáticos, pese a que la mayoría de los consejos que allí se incluyen pueden aplicarse a cualquiera que ejerza un cargo público.
«Trajes de marca»
Una de las sugerencias se refiere a los regalos que reciben con motivo del cargo que ocupan. «Sed prudentes a la hora de aceptar regalos que os entregan para nublar la objetividad y, en algunos casos, por desgracia, para comprar nuestra libertad». En cualquier caso, les pide que rechacen «regalos demasiado costosos y a menudo inútiles, o dirigidlos a obras de caridad». «Y recordad que recibir un regalo costoso no justifica nunca su uso», concluye.
En la guía de buenas prácticas, el Papa también pide a sus embajadores que sean «hombres de Iglesia», coherentes, y que por eso «es horrible ver a un nuncio que busca el lujo, los trajes y complementos de marca, en medio de gente que no tiene lo necesario». El nuncio –según señala– debe ser especialmente un «hombre del Papa».
Sus declaraciones llegan después de que el exembajador del Vaticano en EE. UU., Carlo Maria Viganò, haya acusado al Papa de «mentir descaradamente» en el caso del excardenal Theodore McCarrick. En declaraciones al diario «The Washington Post», Vigano señaló que Francisco conocía desde 2013 los abusos cometidos por el exarzobispo de Washington. Pero quizá el Papa también tenía en mente a su actual nuncio en Suiza, Thomas Gullickson, que en 2015 publicó en su blog personal varios enlaces a artículos poco favorables sobre Francisco.