Dónde comer si vas de museos por Córdoba
La primavera cordobesa está tocando a su fin. Si bien por ahora las temperaturas se muestran respetuosas con turistas y locales y es una buena oportunidad para visitar los principales museos de la ciudad. Quienes se decanten por el Museo Arqueológico tienen que hacer una visita obligada a Bar La Cávea (Plaza de Jerónimo Páez). Su carta responde a una cocina casera y tradicional pero tampoco falta un buen plato de jamón cortado con maestría, croquetas, patatas bravas y pescaíto frito. Tampoco queda muy lejos El Picoteo del Gallo (Calle Angel de Saavedra, 5). Mítica es su tortilla de patatas, a la que igualan en pocos lugares de la ciudad.T ambién son clásicos de la casa los pimientos rellenos de melva con pisto caramelizado, sus albóndigas de choco o el guiso de rabo de toro, entre otros bocados. Otro de los lugares más emblemáticos de Córdoba (y un museo en sí mismo sin necesidad de más títulos) es el Palacio de Viana (Plaza de Don Gome, 2). La mejor opción para comer algo sin apenas desviarse es El Rincón de las Beatillas (Plaza de las Beatillas, 1). Como buena taberna, no priva a sus clientes de platos tan emblemáticos como el rabo de toro, las berenjenas fritas o el salmorejo. Además es uno de los pocos lugares donde degustar unas limpísimas ancas de rana. Reportaje completo en GURMÉ.es