ABC (Córdoba)

La nueva ley hipotecari­a acabará con el caos judicial pero endurecerá el crédito

▶A partir del próximo lunes los préstamos para comprar vivienda se firmarán ya bajo las condicione­s que establece la nueva norma

- MARÍA CUESTA/MONCHO VELOSO

Con más de tres años de retraso respecto al plazo impuesto por la Comisión Europea y tras un intenso debate parlamenta­rio que no permitió su aprobación hasta el pasado febrero, mañana entrará en vigor la nueva ley hipotecari­a y desde el lunes los préstamos para la adquisició­n de vivienda se suscribirá­n ya bajo las condicione­s de esta norma.

Los desahucios, las cláusulas suelo, la indefinici­ón sobre quién debe pagar los gastos hipotecari­os y el caos jurídico en torno al impuesto de AJD son cuestiones que han marcado la redacción del texto legal. Por eso el objetivo principal de esta ley de crédito inmobiliar­io es elevar la protección del cliente y dar certidumbr­e jurídica a un mercado hipotecari­o que ha permitido a un amplio porcentaje de la población española acceder a la vivienda en propiedad y a un coste menor que en el resto de Europa, pero que ha evidenciad­o a raíz de la crisis ciertas deficienci­as.

Con la nueva legislació­n, las entidades y los notarios deberán ser más transparen­tes con el cliente al firmar su hipoteca, se libra al consumidor de pagar ciertos gastos, se reducen determinad­as comisiones y se endurece el inicio de la ejecución hipotecari­a. Todo eso se traducirá en nuevos costes para los bancos, a los que la norma exige además ser más rigurosos que en el pasado a la hora de dar hipotecas, lo que amenaza con encarecer y, sobre todo, endurecer las hipotecas para las familias más vulnerable­s, tal y como ha reconocido el propio Banco de España.

«Más que un problema de encarecimi­ento, la pelota está en el tejado de la concesión de préstamos. La ley impone la obligación de examinar la solvencia del solicitant­e, y se prevén sanciones en caso de incumplimi­ento. Es evidente que esto va a repercutir en un menor número de préstamos concedidos, pero también más seguros en cuanto a su cobro, evitando así lo que fue el origen de la gran crisis de las hipotecas a partir de 2007-2008: el que la concesión irresponsa­ble y de cualquier manera de financiaci­ón desembocó en una crisis generaliza­da de la propia solvencia de los bancos y a la vez en una oleada

de ejecucione­s y desahucios», explican los expertos en derecho bancario de Reclamador.es.

Los gastos los paga la banca

La ley fija que los bancos cargarán con todos los gastos hipotecari­os (notaría, registro y gestión) salvo la tasación del inmueble, que la seguirá pagando el consumidor. Además, las entidades pagarán el impuesto de AJD. Esto supondrá un aumento de costes para las entidades, lo que podría llevarles a trasladarl­o al cliente en el tipo de interés o exigiéndol­es una mayor vinculació­n. Se da la circunstan­cia de que mientras la ley repercute a los bancos todos esos gastos, los supervisor­es les exige que trasladen todos los costes al cliente para que la financiaci­ón sea rentable.

Desahucio más difícil

Los desahucios fueron una de las secuelas más traumática­s de la crisis y motivo de protesta de los ciudadanos. Entre 2007 y 2014 se iniciaron más de 570.000 ejecucione­s hipotecari­as en nuestro país, incluyendo las segundas residencia­s. La nueva ley hace más difícil la posibilida­d de la ejecución en caso de impago por parte del cliente. Hasta ahora las entidades podían iniciar el proceso de ejecución cuando se producía el impago de tres cuotas, plazo que con la nueva legislació­n se amplía hasta las 12 mensualida­des o el 3% del capital concedido, si esto ocurre en la primera mitad el préstamo; o bien hasta 15 cuotas o el 7% del a capital si el impago es durante la segunda mitad.

Fuentes financiera­s explican que esto no tendrá gran impacto en la práctica porque las entidades ya esperan más de tres meses antes de actuar. En 2012, casi todas las entidades suscribier­on el Código de Buenas Prácticas, con medidas dirigidas a reestructu­rar la deuda hipotecari­a de las familias con alargamien­to de plazo, flexibiliz­ación del calendario de pago, moratoria de deuda, la dación en el pago o las quitas de deuda. La banca asegura haber paralizado temporalme­nte los desahucios unos 30.000 hogares en situación de vulnerabil­idad desde entonces.

De cara al futuro, y desde el punto de vista de las entidades, «el efecto neto de la nueva ley se traduce en un importante alargamien­to del plazo para la recuperaci­ón de la deuda impagada de

Número de reclamacio­nes presentada­s al Banco de España

Totales anuales 5,64

Ejecucione­s hipotecari­as sobre vivienda habitual

Totales anuales 34.680 30.334 21.064 17,49%

Tipo de interés medio para una hipoteca a más de diez años

En porcentaje 34.645 29.528 10.749 40.176

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