LA NATALIDAD Y LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
son abundantes los trabajos que están acompañados de un gráfico del número de nacimientos en España desde 1900 a 2006. Y nada más contemplarlo, se percibe una vinculación muy fuerte con la realidad económica. Veamos si tales enlaces permanecen o han cambiado.
De 1900 a 1915, derivaciones de la crisis de 1892. La síntesis la expuse en mi obra «Cien años de economía española». Señalaba que «el desastre de Ultramar también tenía un paralelo en la economía», con un ciclo deprimido que existió a partir de 1897 y que no va a desaparecer en el paso de la Regencia de María Cristina al inicio del reinado de Alfonso XII en 1902. Y es posible en ese período que de modo superpuesto, y relacionado todo además con un incremento emigración del campo hacia las zonas industriales y de servicios, con un complemento de incremento en la tensión social, todo coadyuvase a que la caída de la natalidad prosiguiese hasta el inicio de la I Guerra Mundial.
Se inició a partir de 1914 un aumento de la actividad económica y de nacimientos que, a pesar del choque generado con el fin de la contienda y las críticas situaciones que Cambó, en 1921 y 1922, con el respaldo de Maura, comienza a resolver, gracias a una fuerte subida de aranceles protectores y a una reforma inflacionista del sistema bancario, genera algún impulso, que se consolida gracias a las medidas expansivas que llegan hasta 1930. Coexiste con una expansión y mantenimiento muy claro del número de nacimientos. El Gobierno de Primo de Rivera concluyó en 1929.
Desde 1929 a 1940 nos encontramos con una etapa de derrumbamiento de la economía y de la natalidad. Según cita Jordi Maluquer en su obra «España en la economía mundial», en euros de 2010, el PIB por habitante en 1930 era de 4.189, y en 1940 de 3.148. Coexiste esta crisis con un fuerte descenso en la natalidad.
Y a partir de ahí existe un proceso de desarrollo económico. La cifra del PIB por habitante de 1930 logró superarse en 1950, y en 1974 alcanzaba los 12.457 euros 2010. Y el número de nacimientos alcanza máximos. La etapa 1936 a 1960 es la de baja desarrollo, con crisis y crecimiento de la natalidad; tendencia que continúa hasta 1975, etapa que, en su final, es de fuerte desarrollo, que continuará en la Transición, con un derrumbamiento en la natalidad, hasta 1965, cuando surge cierta recuperación.