Los únicos que crecen en oficinas y empleados
El grupo Caja Rural tuvo durante los años de la crisis una trayectoria muy distinta al resto de entidades del sistema financiero español. Mientras el resto cerraba oficinas y reducía las plantillas, esta cooperativa de crédito aumentó su red. En concreto, un 4,8% de las sucursales y un 8,2% el número de empleados, según los datos aportados por el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios. Por el contrario, el resto del sector se redujo en un 42% en oficinas y un 33% en empleados.
Los datos los aportó el presidente de la Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios, y en referencia a los mismos consideró que «esas decisiones nos definen como unas entidades con un altísimo compromiso con la sociedad». De la misma forma, resaltó que «eso nos da una gran fortaleza y lógicamente no hay un agente con mejores cualidades y disposición para luchar contra la exclusión financiera».
Otro de los indicadores que señaló en el desarrollo de la intervención, durante la que mantuvo un coloquio con el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra, fue la relación entre los beneficios netos y los activos. A este respecto, destacó que el grupo Caja Rural es el segundo, sólo superado por Bankinter. «Por detrás se sitúan grandes bancos cotizados y muy bien dirigidos», dijo, tras aclarar que «eso da buena muestra» de la manera de proceder de esta entidad.
Y en estos últimos años se han ido desarrollando nuevos mecanismos para generar una mayor seguridad entre los socios y los clientes. Tal vez el más importante sea el denominado MIP, que según explicó García-Palacios, es un mecanismo institucional de protección, que puede entenderse como «un sistema de colaboración entre las cajas que forman el grupo con garantías de solvencia y liquidez específicas acordes a la naturaleza de una cooperativa de crédito». En la práctica supone un mayor control entre las demás entidades y aumenta el nivel de compromiso en la gestión conjunta.