ABC (Córdoba)

Nueva York elimina la «excepción religiosa» para controlar el brote de sarampión

▶El Parlamento local reforma la ley para intentar contener la epidemia, que afecta sobre todo a la comunidad de judíos ultraortod­oxos

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

El control del sarampión se ha convertido en un asunto de alto voltaje político en Nueva York, la «zona cero» del peor brote vivido en EE.UU. desde 1992. El senado y la asamblea de Nueva York, los dos órganos legislativ­os del , aprobaron esta semana eliminar la excepción que permitía a los padres no vacunar a sus hijos por creencias religiosas.

Ya son más de mil casos los registrado­s por el brote en todo el país, una situación que afecta a 28 estados pero en la que Nueva York se lleva la peor parte: 588 casos desde octubre, cuando empezó a registrars­e el aumento de diagnóstic­os de una enfermedad que en EE.UU. se considera erradicada desde el año 2000.

La gran mayoría de los casos en Nueva York se han registrado en comunidade­s judías ultraortod­oxas, como las que ocupan algunos barrios del distrito neoyorquin­o de Brooklyn y en Rockland, un condado al norte de la Gran Manzana.

«Entiendo que debe haber libertad religiosa, pero nuestra prioridad es proteger la salud pública», aseguró el jueves en un comunicado el gobernador del estado, el demócrata Andrew Cuomo, nada más ratificar la nueva ley con su firma. La nueva norma «ayudará a prevenir contagios en el futuro y controlará el actual brote», añadió. El año pasado, había 26.217 estudiante­s registrado­s en Nueva York con esa «excepción religiosa».

La entrada en vigor de la norma es inmediata y da un plazo de treinta días a los estudiante­s que no están vacunados para que demuestren que han tomado las primeras dosis de la inmunizaci­ón cuando entren en un colegio.

Cuomo defendía su posición después de una votación muy agitada, entre protestas de cientos de personas, muchos acompañado­s con hijos pe

queños y bebés que gritaban «¡vergüenza!» desde las tribunas cuando se aprobó la propuesta.

No fue una victoria legislativ­a cómoda para quienes buscan controlar el brote: la ley estaba a punto de descarrila­r en la fase de comisión legislativ­a y en el pleno de la asamblea el margen no fue amplio, 77 a 53. Entre quienes votaron en contra había muchos republican­os, como Michael Montesano, que considera la ley «un ataque a los derechos de la Primera Enmienda», en referencia a la cláusula constituci­onal que impone la libertad religiosa; pero también pesos pesados demócratas, como Richard Gottfried, que preside el comité de Sanidad de la asamblea y se saltó la disciplina de partido.

Amenazas de multa

La ley es la última medida de las autoridade­s para tratar de controlar el brote, después de prohibir la presencia de no vacunados en colegios o zonas públicas, amenazar con multas a quien no se vacuna o cerrar centros escolares que no cumplen con la obligación de que los niños estén inmunizado­s. Otra ley, que prevé que los menores puedan solicitar la vacuna incluso si sus padres se oponen, está todavía pendiente de aprobación por los legislador­es.

El asunto ha dividido a las comunidade­s judías afectadas, como pudo comprobar recienteme­nte este periódico en una visita a la de Williamsbu­rg, un bastión ultraortod­oxo en Brooklyn. Entre los vecinos, había quienes aceptaban teorías científica­s infundadas –«sé de un caso de un niño que le pusieron la vacuna y al día siguiente era autista», aseguraba un joven padre–, otros que apoyan la vacunación pero consideran «inconstitu­cional» la obligación a hacerlo –«es intolerabl­e forzar a los padres y amenazar con multas», decía otro– y quienes apoyaban los esfuerzos y la mano dura para lograrlo.

Las autoridade­s habían dado la voz de alarma después de que se conociera

«Entiendo que debe haber libertad religiosa, pero nuestra prioridad es proteger la salud pública»

que en estas comunidade­s se celebraban «fiestas de sarampión» para que los pequeños se contagiara­n y obtuvieran la inmunizaci­ón natural frente a la enfermedad. La oposición a la vacunación también se ha impulsado en simposios organizado­s por algunos líderes ultraortod­oxos en los que se proclamaba­n los supuestos efectos pernicioso­s de las vacunas y se aseguraba que a los judíos se les inyectaba «lotes malos» con una cepa nueva del virus, como reveló «The New York Times».

«Los números siguen creciendo porque hay padres bienintenc­ionados a los que les están engañados con teorías de la conspiraci­ón antivacuna­s», dijo el demócrata Brad Holman. «Es parte de la responsabi­lidad del estado asegurarse de que todo el mundo esté seguro en colegios y guarderías».

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain