Grandes ausentes en el concierto de Cerezuela y Anglada
Don Felipe y Doña Letizia mantienen una gran amistad con el cantautor mallorquín
semana con y Fidel Castro, y con
cuenta), pero en lo que toca a la Familia Real no reviste fisuras. Esta invitada de excepción a la boda de Don Juan Carlos y Doña Sofía en Atenas, reivindica ahora a Doña Letizia como una acompañante que complementa a la perfección a su marido, una mujer de hoy día, con gran preparación. «A Don Felipe lo conozco desde niño, es muy educado, un ser humano sensacional». «Se ha probado su solvencia cuando en meses sin gobierno, todos estábamos tranquilos porque el Rey estaba por encima, como un paraguas protegiéndonos de la tormenta».
La amistad de las dos familias ha continuado entre una de sus tres hijas, Mayte, y la Infanta Elena. «La quiero y admiro. Cada día es más elegante», agrega. La próxima semana abrirán las puertas de la finca de La Escorzonera (codiciada por los Beckham en su paso por España) para la fiesta de puesta de largo de Victoria Federica, cuya imagen «con mantilla en Sevilla» le pareció «maravillosa». La mezcla de lo clásico y lo contemporáneo, que a ella le hipnotiza.
De familia torera, Mayte vivió con pena la separación de su sobrino, Miguel Báez «El Litri», de Carolina Herrera. Disruptiva, no le importaría cambiar la fiesta «a la portuguesa», sin la muerte ni pica del animal. El pasado jueves en la sala Galileo Galilei de la capital, y el cantautor mallorquín Jaime Anglada presentaron ante más de un centenar de selectos invitados su segundo trabajo. Cerezuela se encargó de invitar y recibir personalmente a todos los asistentes y no ocultó sus nervios porque se jugaba mucho con «Detrás del corazón»su segundo trabajo musical. Y se han superado. El cantautor mallorquín ha sabido sacar su lado más romántico componiendo temas como «Te quiero como tú me necesitas» , «Si no te tengo yo», «Aprender a querer» o una versión de «Me quedo contigo» de Los Chunguitos. Letras a las que pone voz Cerezuela que está soberbia en la interpretación y en la puesta en escena.
Sorbos de vino
Con un total look negro y botas y cinturón de cuero marrón desliza su larga melena rubia y su eterna sonrisa con la que se mete al público en el bolsillo al segundo tema. Entre sorbos de vino y una complicidad máxima con su descubridor en el escenario, Cerezuela, se atreve a dedicar «El Malecom de los recuerdos» a su marido, el ex tenista mallorquín y ahora entrenador de Rafa Nadal, Carlos Moyá. Discreto en un segundo plano le hace fotos para el recuerdo con el móvil y sonríe tímidamente porque el flechazo entre ellos hace tiempo que surgió. La pareja tienen tres hijos de 9 años, de seis y Carlos Moyá, marido de Cerezuela, y Rafa Nadal pasean por París de cinco.
Esta aventura musical se ha grabado en Nashville hasta donde el dúo viajó con unas guitarras colgando y con la esperanza de no defraudar a su público fiel, entre los que se encuentran los Reyes, Don Felipe y Doña Letizia, que este jueves no pudieron acudir al concierto presentación porque tenían una cena pero seguro que ya le ha llegado a palacio este segundo trabajo.
Química en el escenario
Anglada se deshace en elogios a Carol como llama a su compañera y ella hacía a él, al que abrocha la camisa cuando se desata en el escenario. Lo suyo sucedió no surgió como dicen ellos hace tres años y desde entonces se han hecho inseparables musicalmente hablando. Ensayan todos los días en casa de uno u otro y se dirigen a todos los públicos que se han enamorado alguna vez, que saben lo que es echar de menos, que han tenido o tienen pareja. Algunos esperaban ver a Nadal entre los invitados en la sala pero la pareja guarda total hermetismo sobre lo que tiene que ver con el tenista. Moya y Cerezuela serán unos de los invitados especiales a la boda de la leyenda de Manacor que será más pronto que tarde aunque nadie se atreve a poner fecha, lo que es seguro es que no será antes del próximo torneo de Wimbledon. Lo del entrenador y la cantante es tan real que contagia, no empalaga.