Bellido toma el mando para «gobernar para todos»
▶Reclama la complicidad de los partidos y la sociedad civil para colocar a Córdoba se merece y anuncia que se centrará en el empleo
«VINIENDO de un campo o de otro, se llegará más tarde o más temprano a la única fórmula concebible de subsistencia, la de organizar un Estado en el que sea posible la humana convivencia entre los ciudadanos de diversas ideas». La única cita ajena que utilizó el nuevo alcalde de Córdoba, el popular José María Bellido, viene del prólogo de «A sangre y fuego», un vibrante libro sobre los horrores de la Guerra Civil escrito por el periodista Manuel Chaves Nogales. Representante de la tercera España, se consideraba a sí mismo como alguien con «los méritos suficientes como para ser fusilado por unos y otros». Abogó por la traición a las causas como única forma para superar los dramas. El libro se publicó en Chile en 1937 y estuvo olvidado (ignorado, más bien) casi medio siglo.
La apelación al autor de «Juan Martínez, el hombre que estuvo allí» no fue una elección al azar en el discurso de presentación del nuevo alcalde de Córdoba, el más importante que realiza desde el punto de vista político. Fue una filosofía, un corolario. La determinación, dijo Bellido —que es el primer alcalde de Córdoba nacido con la Transición en marcha—, de que pertenece a una generación nueva, que mira al futuro y que no tiene las ataduras ni los miedos del pasado. Tras cuatro años de marcado carácter de izquierdas en los despachos municipales, a veces por encima de los resultados obtenidos, Bellido prometió un gobierno «para todos».
El regidor cordobés lleva meses repitiendo el lema. Su gobierno no estará enfocado a una parte de la ciudad, como entiende que sucedía con el anterior, y se abrirá a pareceres distintos. PSOE, IU y Ganemos tendieron un cordón sanitario antes de que la expresión «cordón sanitario» se popularizara. «Esta nueva etapa va a estar presidida por el diálogo con todas las
fuerzas políticas, para que nadie se sienta excluido y que todos nos sintamos parte de un proyecto común de ciudad».
El nuevo alcalde, que recibió el bastón de mando de manos del presidente de la mesa de edad, el socialista José Rojas, recibió, como se preveía, los votos de su partido y de Ciudadanos. Vox optó por la abstención y el resto de los partidos votaron por sus propios candidatos. Tendrá que buscar aliados sí o sí, sin embargo, para las votaciones de mayoría cualificada, que son pocas pero muy relevantes.
Lo que sí dejó claro Bellido en su discurso es que la inacción no es una alternativa. Aseguró que prefiere equivocarse tomando decisiones ya que siempre se puede rectificar. El objetivo, dijo, es no caer «en el dulce letargo del vacío». Reclamó expresamente, tanto a los partidos del Pleno como a la sociedad civil, una actitud proactiva de exigencia en la apertura de un tiempo nuevo. «Os pido que seáis exigentes, que seáis reinvidicativos, que seáis ambiciosos. Voy a ser una alcalde ilusionado con mi ciudad», aseguró.
El alcalde de Córdoba no se salió ni una línea del proyecto consensuado con Ciudadanos ni de los elementos resbaladizos. Cuestiones como el del callejero y la memoria histórica salieron a colación exclusivamente en los discursos de los portavoces de partidos de izquierda. Bellido se centró en cuestiones capitales para el interés de los ciudadanos —según dicen las encuestas— como el empleo y la economía. Frente al discurso de hace cuatro años basado en los derechos sociales, las obligaciones reales centraron los ejes del discurso que Bellido había preparado con sus colaboradores.
Obsesión por el empleo
El alcalde, fan confeso del alcalde de Málaga, el popular Francisco de la Torre, estableció que su agenda está relacionada con una mejora sustancial de las condiciones de empleo de la sociedad cordobesa. Abogó por una política mucho más activa de atracción y cuidado de los intereses de las empresas de lo que ha ocurrido en este mandato. «Un ayuntamiento que sea aliado de las empresas», dijo el nuevo alcalde desde el atril. Y lo hizo sin establecer tampoco cordones sanitarios de mercantiles buenas y mercantiles malas. «Confío en todas las que están instaladas en nuestra ciudad», dijo. Y la Gerencia de Urbanismo es clave para que toda la capacidad de acción de la iniciativa privada pueda desarrollarse. El regidor abogó por una economía productiva que se haga con plena seguridad jurídica frente a las quejas evidentes de las empresas de que Urbanismo ha sido, durante los últimos cuatro años, una fuente de sorpresas en cuanto a la interpretación del Plan General de Ordenación Urbana.
El tercer alcalde popular de Córdoba de la democracia instó también a construir una economía distinta que se abra a nuevas realidades, que en la ciudad se ven como propias de pioneros pero que están plenamente asentadas en la economía mundial. Bellido será el primer alcalde que tenga una concejalía propia de desarrollo digital porque se cree, en serio, la aportación de la tecnología en la calidad de vida de los ciudadanos. Bellido abogó también por el desarrollo de una política de músculo inversor que llegue a todos los barrios combinada por una reducción sustancial de la presión fiscal que soportan los cordobeses para pagar los servicios públicos.
Prometió también que su gobierno realizará una atención preferente al campo de la logística y al turismo. En el primer supuesto, afirmó que ha llegado el momento de pasar de los estudios a la acción. Bellido afirmó que, si la ciudad quiere ser un eje real en el mercado del transporte, tiene que acometer medidas urbanísticas e inversoras de calado frente a tanta iniciativa de consulta a expertos, que es a lo que se ha limitado el gobierno saliente. En el supuesto del turismo, afirmó que el hito será la culminación de un proyecto heredado de José Antonio Nieto, el Centro de Convenciones del Parque Joyero, para fortalecer las políticas de promoción, sobre todo, en la actividad de negocios, que es la que ofrece mayores garantías de estabilidad. Bellido abogó también por la organización en Córdoba de grandes eventos internacionales el mismo día que tuvo lugar el tortuoso concierto de la estrella pop del momento.
Colaboración
«Esta nueva etapa va a estar presidida por el diálogo con todos los partidos, parte de un modelo común»
Contra la desidia «Cometeré errores por hacer cosas pero prefiero equivocarme al dulce letargo del vacío»
Proyecto
«Exigidme y exigíos, que nunca falte la ambición que Córdoba y los cordobeses se merecen»