García defenderá un modelo «antagónico» al del PP y Cs
Durante cuatro años ha sido portavoz de una de las patas del cogobierno y ha ostentado áreas de gran peso político. Ahora, pasa a la oposición, donde Pedro García liderará la defensa de un «modelo de ciudad» que es, según sus palabras, «antagónico» al que proponen PP y Ciudadanos.
Así lo afirmó durante su intervención en el Pleno de investidura, que aprovechó para hacer un llamamiento a la conclusión de los proyectos iniciados por el cogobierno de PSOE e IU. Y a la hora de enumerar las iniciativas inconclusas que hereda el nuevo Ayuntamiento —la Ronda Norte, la Azucarera de Villarrubia, las obras de Mi Barrio es Córdoba o el derribo y posterior construcción del Pabellón de la Juventud— se detuvo especialmente en una: el cambio del callejero que, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y según el dictamen de una comisión municipal creada a tal efecto, suprimió del nomenclátor nombres como Cruz Conde, Cañero o Vallellano. García pidió al nuevo regidor que «se respete la decisión del pueblo de no tener en sus calles nombres de genocidas», después de que Bellido se haya comprometido a deshacer lo ya ejecutado.
El líder de IU también pidió a Bellido y al nuevo gobierno que continúe invirtiendo en los barrios e impulse «políticas de vivienda justas». García, que ha ostentado las competencias turísticas durante los últimos cuatro años y ha presidido la Gerencia, Pedro García, ayer remarcó además la importancia de «defender un modelo sostenible que proteja el Casco Histórico de los depredadores del Turismo y el Urbanismo». Y recomendó al nuevo gobierno municipal que se apoye en sus decisiones en el tejido asociativo de la ciudad. Desde el Consejo del Movimiento Ciudadano hasta la Federación de Asociaciones de Vecinos pasando por los distintos colectivos sociales.
García llegó a la investidura, dijo, con un sabor «agridulce», aunque en realidad es difícil hallar dulzura en su contexto. Su intervención arrancó con la condena al último asesinato machista, que tuvo lugar el viernes en el barrio de Valdeolleros, y cerró con una arenga a los militantes de su formación. García, que en las últimas municipales cosechó los peores resultados de la historia de IU en el Ayuntamiento, apeló, sin citarlo, al filósofo marxista Antonio Gramsci para pedir la «instrucción, agitación y organización» que la formación necesita para parecerse a lo que era en un «Califato Rojo» que, en los últimos comicios, demostró estar muy lejos de los tiempos de Anguita.