Almeida arrebata la capital a Carmena con el apoyo de Ciudadanos y Vox
Vestida de azul PP, Esperanza Aguirre asistió desde la tribuna de invitados del palacio de Cibeles al momento al que le hubiera gustado vivir hace cuatro años, informa Marta R. Domingo. Su sucesor en la alcaldía de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, recibió ayer el bastón de mando de la capital de manos de Manuela Carmena. La imagen –que Aguirre contempló junto a los ex alcaldes populares José María Álvarez del Manzano, Alberto RuizGallardón y Ana Botella– era paradójica: en 2015 fue la ex magistrada quien le arrebató a Aguirre el gobierno de Madrid, a pesar de que el PP había ganado las elecciones.
Al final, fue Martínez-Almeida, al que ella atrajo a la política, quien recuperó el principal bastión del Partido Popular después de rubricar un acuerdo a tan solo cinco minutos de que diese comienzo el pleno de constitución del Ayuntamiento. Para evitar compartir dos años de la alcaldía con la candidata de Ciudadanos, Begoña Villacís, los populares tuvieron que ceder cuatro áreas de gobierno y nueve presidencias de distrito. Tras once horas de conversaciones con la formación naranja, les quedaba aún por cerrar el pacto con Vox, a los que, pese al rechazo inicial, se les concedió tres presidencias de distrito a cambio de que metieran el nombre del Abogado del Estado popular en la urna. Conscientes de que Martínez-Almeida alcanzaría la mayoría absoluta, los 19 concejales de Más Madrid optaron por respaldar a su candidata, Manuela Carmena, y los ocho del PSOE a su líder, Pepu Hernández, aunque con ello no se cambiase el resultado final. «Trataré de estar a la altura de lo que vosotros hicisteis como alcaldes del PP», aseguró Martínez-Almeida en su primera intervención como regidor de la capital mirando a sus predecesores populares en el cargo.
El portavoz de Vox en la capital, Javier Ortega Smith, fue el primer concejal en tomar la palabra –por ser el grupo con menor representación en la cámara– y sus primeras palabras fueron para expresar el honor de hablar «bajo el retrato de Su Majestad el Rey». El también diputado en el Congreso se mostró convencido que serán «los garantes del respeto y cumplimiento de la legalidad». «Venimos a someternos al dictado de la ley y no podemos aceptar que ninguna de nuestras actuaciones sean
PP Ayuntamiento Los populares tuvieron que ceder a Ciudadanos cuatro áreas de gobierno y nueve distritos
fruto de la arbitrariedad o de la imposición», advirtió antes de culminar con un sonoro «¡Viva Madrid, Viva España!».
Aunque estaba previsto que quien tomase la palabra por parte de Más Madrid fuese Rita Maestre, Carmena quiso despedirse con su discurso más áspero, alejado del tono institucional que pedía el momento de la investidura. Aseguró que quienes «creen» y «practican» la democracia «de siempre» aceptan la legitimidad de los pactos, pero que esta vez Más Madrid ganó «estrepitosamente» los comicios, porque la situación es totalmente distinta que en 2015, cuando precisamente su partido pactó con el PSOE para lograr más apoyos que el PP. También aprovechó para sacar pecho de su gestión y afirmó que el Gobierno entrante «tiene mucha suerte» por heredar sus políticas y por gestionar «sin el peso de la deuda».
Quien también arremetió duramente contra el nuevo gobierno fue el portavoz socialista, Pepu Hernández, que tildó el acuerdo de PP, Ciudadanos y Vox de «atraso para Madrid». «Creo que partidos como Ciudadanos no pueden repetir la palabra "regeneración" y la palabra "centro", estaría completamente fuera de la realidad», censuró. En la que fue su primera intervención en el Pleno municipal, el cabeza de lista de los socialistas, que ocupará la portavocía de su grupo, acusó al PP y a Ciudadanos de «blanquear» a Vox y de que los tres partidos hayan «bajado juntos de la mano el Paseo de la Castellana, de Colón a Cibeles» para que «el trío de Colón» gobierne.
A pesar de su verbo ágil durante estos años de oposición, Martínez-Almeida optó ayer por mantener un tono más conciliador. Después de agradecer a Carmena sus años de servicio a Madrid, defendió que su gestión como alcalde no se centrará en «adoctrinar sino que sean los madrileños quienes elijan su futuro». Ante las alusiones de PSOE y Más Madrid sobre el «trío de Colón», recalcó que «no hay una sola cuestión que esté fuera del ordenamiento jurídico».
«Se acabaron las mayorías absolutas», recalcó en su turno de palabra la futura vicealcaldesa, Begoña Villacís, que se saltó el permiso de maternidad para acudir al pleno. Ese será el mensaje que impere durante todo el mandato compartido con el PP: se necesi