BELLIDO ALCALDE
AYER fue elegido alcalde de Córdoba José María Bellido, que cimentará su gobierno en un pacto transversal de gobernabilidad firmado con Ciudadanos, cuya candidata, Isabel Albás, pasará a ser la primera teniente de alcalde. Ha sido un pacto de sentido común, entre fuerzas políticas afines, que respeta el triunfo del partido más votado y que sustituye la fanfarria ideológica que hemos soportado estos últimos cuatro años por un único objetivo: Córdoba y los cordobeses, darles soluciones a sus problemas y posibilitarles esperanzadoras oportunidades de futuro. Es un nuevo y buen comienzo.
El nuevo alcalde, José María Bellido (Córdoba, 1977), ha hecho y dicho cosas que merecen un voto de confianza inicial para su mandato y que alimentan una cierta esperanza para Córdoba. Las resumimos en diez claves.
Primera, experiencia municipal. Concejal del Ayuntamiento desde el año 2004, entre 2011 y 2015 fue concejal delegado de Hacienda y Gestión del equipo de José Antonio Nieto, con discreción y buena nota. Conoce las mieles del gobierno y la paciencia amarga de la oposición, ganar el poder y perderlo.
Segunda, pies en la tierra. Entre sus primeras valoraciones tras las elecciones y a pesar de saber que sin duda sería alcalde, no dudó en reconocer la importante bajada de concejales del PP que queda en 9, sus peores resultados desde 1991, cuando tuvo 7. El aroma del poder endulzará estos datos y se olvidarán, pero no deja de ser meritorio dicho reconocimiento.
Tercera, enfrentar los problemas reales. Ha afirmado que el pacto de gobernabilidad está enfocado a solucionar los problemas reales de Córdoba, que él y la mayoría de los cordobeses tenemos bien identificados: retraso en las licencias de Urbanismo, iniciativas turísticas estancadas, trabas empresariales, injusta eliminación de nombres populares del callejero…
Cuarta, ser el alcalde de todos los cordobeses o, al menos, intentarlo. Ha repetido que su modelo es Paco de la Torre, alcalde de Málaga, que ha sabido aparcar las ideologías y saber gestionar bien y con cercanía al ciudadano. Bellido hereda una Alcaldía que ha sembrado más división que unión en la sociedad, con polémicas sectarias e innecesarias. En su mano está revertirlo.
Quinta, aprender de errores políticos pasados. En la excelente entrevista que Rafael Ruiz le hizo en ABC el pasado domingo 2 de junio, una semana después de los comicios, el desde ayer alcalde afirmó: «Gobernaré a mi manera, con mi estilo. Los errores serán los míos, no los de otros».
Sexta, evitar el síndrome de aislamiento. El síndrome de Hybris ha afectado a casi todos los alcaldes de Córdoba en la etapa democrática. Bellido ha reconocido esa realidad, pero también su voluntad de ser una excepción, para lo que anuncia estará en contacto con vecinos y colectivos. Ojalá.
Séptima, Córdoba como ciudad de destino: «Casi te puedo asegurar que no voy a tener más recorrido político que el de alcalde de Córdoba», afirmó en la entrevista de ABC hace una semana. No es la primera ni la segunda vez que oímos tal afirmación, que luego no se cumple. Deseamos que esta vez sí sea verdad.
Octava, objetivo Córdoba. Su objetivo no debe ser convertirse en el primer político del PP en revalidar el cargo de alcalde. Rafael Merino y José Antonio Nieto ganaron, pero no pudieron volver a gobernar. El objetivo de José María Bellido debe ser convertirse en un gran alcalde de Córdoba. Si lo logra, lo demás vendrá por añadidura.
Novena, un buen equipo. Bellido ha sabido incluir en su candidatura a las elecciones varios nombres idóneos para obtener la victoria y para garantizar luego una buena gestión en el gobierno. Lo mismo habrá que esperar de los nuevos nombramientos que haga y del comportamiento de sus socios de Ciudadanos, para que exista equipo bueno y coordinado.
Décima, antiguo alumno marista. Permítanme este guiño final. Ahora hace 25 años, el alcalde completó sus estudios de EGB, BUP y COU en el Colegio Cervantes. Bellido y un servidor hemos pasado por las mismas aulas, allí donde nos enseñaron la humildad, sencillez y modestia, pero también a pensar, a tener personalidad, a ser «buenos cristianos y honrados ciudadanos», a ser útiles a la sociedad. Seguro todo eso le servirá ahora. Buena suerte, alcalde.
«El nuevo responsable del Ayuntamiento dice que solo tiene un objetivo: Córdoba. Lo hemos escuchado antes. Que sea ésta»