Más de 2.200 niños esperan una familia de acogida en Andalucía
▶ La Junta de Andalucía y asociaciones animan a ampliar esta red de asistencia
Acoger a un niño sin familia es un acto de generosidad. En eso está de acuerdo todo el que conoce el proceso. Pero hay un secreto que todos callan al principio: el amor que dejan esos menores en una casa es mucho mayor que el que se les da. Solo hay que hablar un rato con alguna familia de acogida para que, cuando ganan confianza, lo cuenten. Casi como una confesión, sintiendo que no merecen tanta recompensa. «Un niño de acogida te da muchísimo más de lo que tú le das a él», explica emocionado Francisco García, quien con su mujer Gloria ya han tenido en su casa a cuatro pequeños.
Según datos de la Junta de Andalucía, en la comunidad hay 3.151 niños en acogida familiar y otros 2.238 esperando una oportunidad de tener un hogar. Que necesitan que haya familias que den el paso y se ofrezcan voluntarias para cuidarles temporalmente. Los hay desde los que aún no han cumplido el año de vida hasta los adolescentes.
Son menores que, por diversas razones —abandono, padres toxicómanos o familias con problemas— no tienen personas en su entorno que cuiden de ellos. Y antes de que vayan a un centro de la administración, se les busca una familia que los tenga en su casa bien por un tiempo o de forma definitiva.
«Aunque los centros cuentan con profesionales y personal que trabaja para mantener un clima de convivencia afectuoso y acogedor, el objetivo de la Junta es incrementar el número de familias comprometidas», explican desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Lo corrobora Mila Zamorano, de la fundación Márgenes y Vínculos, que gestionan cientos de casos de acogimiento en Andalucía en colaboración con la Junta: «Una familia de acogida ayuda a los niños a conocer relaciones funcionales, a tener referencias, a que se les quiera, cuide y proteja». Y recuerda que tienen su teléfono siempre abierto a quienes quieran (900354428).
En un centro, asegura Zamorano, estos niños tendrán la mejor atención que la administración pueda darles. Pero nunca será la que dé una familia. «Las familias que se ofrecen tienen la posibilidad de regalar a esos niños una educación, atención, amor...», indica.
Acogimientos hay de tres tipos. Está el de urgencia. Niños que deben abandonar su casa inmediatamente. Luego están los temporales, que están hasta dos años en su familia de acogida. Y, por último, están los permanentes, que supone que la familia se hace cargo del menor hasta que cumple la edad de 18 años.
Y si hay varios tipos de acogimientos, hay también varios perfiles de familias. Porque este es un acto de amor y generosidad al que pueden apuntarse personas solas, parejas heterosexuales y también homoparentales. «Pueden apuntarse hombres, mujeres, dos hombres o dos mujeres», indica Zamorano.
En todo caso, la Junta no deja a estas familias de acogida —sea cual sea su perfil— solas con el niño una vez que se les entrega. Por un lado, tienen una ayuda económica que puede ser de hasta 900 euros al mes y, por otro, les ofrece un seguimiento a cargo de técnicos y psicólogos que no solo ayudan a los padres de acogida, sino que también a los menores. «Los niños llegan con sus cargas y sus vivencias y hay que respetarlas», explica Zamorano. ser voluntarios
Modalidades
Hay tres tipos de acogida: urgente, temporal y definitiva, que ya es hasta los 18 años
Diversidad
Se pueden apuntar personas solas, familias homosexuales y también heterosexuales