Pekín fracasa al imponer su modelo a Hong Kong
▶La jefa ejecutiva, Carrie Lam, cede a la presión popular y suspende sin fecha la polémica ley de extradición a Pekín que amenaza a la disidencia
Por su cumpleaños, el presidente de China, Xi Jinping, se llevó ayer el peor regalo que podía imaginar. Forzado por las protestas más masivas que se recuerdan en Hong Kong, el Gobierno local suspendió su polémica ley de extradición a China. En una abarrotada rueda de prensa con medios venidos de todo el mundo, la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, aplazó sin fecha el debate parlamentario de dicho proyecto de ley.
Después de que decenas de miles de personas, sobre todo jóvenes y adolescentes, bloquearan el miércoles el Parlamento enfrentándose a la Policía, Lam cedió finalmente a la presión popular. «Anuncio ahora que el Gobierno ha decidido suspender el ejercicio de la enmienda legislativa, reiniciar nuestra comunicación con todos
los sectores de la sociedad para explicar mejor nuestro trabajo y escuchar diferentes opiniones», leyó Lam en su comparecencia, primero en cantonés y luego en inglés.
Aunque aseguró que «no tenemos intención de establecer un plazo» para tramitar el proyecto de ley, no cree que «pueda hacerse antes de final de año» porque quiere abrir un nuevo periodo de consultas públicas. La comunicación sobre la ley de extradición es uno de los aspectos que el Gobierno pretende corregir, ya que ha despertado el miedo en la sociedad hongkonesa pese a que las autoridades insistían en que solo se aplicaría a delitos violentos con más de siete años de cárcel y se respetarían los derechos humanos. «Ha habido inexactitudes y no hemos hecho un trabajo lo suficientemente bueno para convencer a la gente», admitió Lam, quien pidió disculpas por esta gestión pero no por la represión policial de las protestas del miércoles.
Esquivando las continuas preguntas de la Prensa sobre su dimisión, defendió