La familia de los «futbolísimos»
spaña es tierra fértil en predicadores en el desierto. El último en llegar al club de los que nadie escucha (o al menos no escucha el que debería hacerlo) es la AIReF, que puede que suene a línea área de bajo coste pero sus siglas responden a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, un organismo de control exigido desde Bruselas y que pese a que nació hace un lustro se ha hecho famoso en estos días. Famoso, en este caso, no quiere decir popular pues sus informes sobre cómo funciona la administración, relación calidad-coste, no están dejando títere con cabeza ni dejan de escocer. Al parecer, hay 14.000 millones que las administraciones dedican a subvencionar esto y aquello que presentan «deficiencias de los procedimientos de control, reintegro y (régimen) sancionador». Meditemos, 14.000 millones volando por ahí sin control...
Aún no repuesto el personal del susto por cómo se vigila su dinero, unas fechas después regresaba la AIReF con otro estudio, casi más demoledor, que criticaba la absoluta ineficacia de las llamadas «políticas activas de empleo», en las que cada año las administraciones se gastan entre 6.000 y 6.500 millones. En realidad se trata de una estimación pues tal es el enjambre de planes, programas, convenios y bonificaciones que le resulta imposible determinar una cantidad exacta de lo que se destina a la tarea. Eso sí, concluye el informe que ese dineral no mejora en nada la posibilidad de encontrar trabajo. Si estas son las «activas» como serán las «inactivas».
EY cuando aún cavilaba este batallón que, suma sumando, ya vamos por los 20.000 millones fuera de control o absolutamente ineficaces, la AIReF se detuvo en Correos, quizá la empresa pública más antigua, pues fue fundada hace más de tres siglos. Hoy arrastra un déficit estructural de 200 millones «que aún puede empeorar». De hecho, en esta legislatura puede llegar a perder más de 1.700 millones. España es el país donde más ha caído la demanda postal en los últimos años, con un descenso de los envíos del 31 por ciento de 2012 a 2017, frente a un promedio del 18 por ciento en el resto de países analizados. ¿Qué es lo que ha hecho el nuevo presidente de la compañía? Estrenarse en el cargo con una oferta de más de 4.000 empleos nuevos. Queda claro, por tanto, la condición de predicador en el desierto de la AIReF, donde hace tiempo que se sitúan otros reguladores y auditores a los que el Estado les da voz, pero que al final es ese tío en Alcalá, que no es tío ni es na. Ahí tenemos al Banco de España al que el Gobierno de Sánchez le exige que «pida perdón» cuando no le gustan las previsiones del supervisor del sistema bancario español.
Nadie escucha a la CNMV ni tampoco al Tribunal de Cuentas. Calentito está su último informe, que señala que la financiación de Enresa no es suficiente para poder cubrir los costes de gestión de residuos y futuro desmantelamiento de las centrales nucleares que aún siguen activas en España. Respuesta de Enresa: «No podemos dar cumplimiento a estas recomendaciones porque no tenemos capacidad reguladora para hacerlo». Así que, a otra cosa mariposa y a otra parte con el uranio y la queja.
El papel de los órganos reguladores consiste en asegurar el correcto funcionamiento de sectores esenciales para la vida económica y social del país, dado su carácter estratégico. Eso pone en los tratados y lo ideal sería que las administraciones públicas, donde habita tanto Pinocho, hicieran caso a todos estos Pepitos Grillo, a esos reguladores que vigilan el sistema y a los que se les está poniendo la misma cara que a la Tomasa en los títeres.
uedo que los Hazard conformen la familia más futbolera del mundo. Lo supimos el otro día cuando toda la unidad familiar acudió a la presentación como jugador del Real Madrid de Eden (La Louvière, Bélgica, 1991). El padre, Thierry, jugó en Segunda División; la madre, Carine, ya lo hizo en Primera, en una carrera corta como profesional porque pronto empezó a dar a luz jugadores de fútbol. El primero, el citado Eden, que hoy por hoy es el fichaje más caro llegado jamás al Bernabéu; luego a Thorgan (de 26 años), que juega en el Borussia Mönchengladbach; tres años después a Kylian (de 23), que es centrocampista del Chelsea, y finalmente Ethan (de 15) que aún no es profesional pero ya apunta maneras en los juveniles del AFC Tubize, donde también empezaron sus hermanos. Así que en casa de los Hazard no busquen futuros médicos, profesores o electricistas, porque no hay más que balones, camisetas de jugones, álbumes de cromos, espinilleras y botas de todos los números, del 31 al 43. En esa casa les sale un niño árbitro y se llevan un sofocón.
Eden Hazard es una estrella del balompié desde hace años y es hogareño y extrovertido. Lo primero queda acreditado con que a los 18 años ya fundó su hogar con su novia desde los 14 años y a los 19 ya tenían el primero de sus tres hijos, que es difícil que no le salgan futbolistas. Uno de sus profesores del instituto resumía en «L´Equipe» lo que le rondaba en la cabeza con solo 14 años: «Además de sus sueños futbolísticos, me hablaba de religión, de los verdaderos valores de la vida, de que anhelaba construir una familia, ser un buen padre». Dos cero va ganando Eden a sus sueños.
PNo hay oficio más estéril que el de los organismos reguladores, ideados para el correcto funcionamiento de sectores estratégicos. La Tomasa en los títeres pintaba bastante más
Ya no es que el Gobierno no haga caso al Banco de España, es que lo abronca