Araceli Cabello «En Córdoba, hay necesidad de más
▶ La responsable autonómica apuesta por potenciar el consumo de aceite de oliva en España y alerta del abandono de cultivos como la vid o el cereal
Araceli Cabello (Pozoblanco, 1978) recibió el encargo del Gobierno andaluz de representar a la Consejería de Agricultura en una provincia como Córdoba donde el sector primario es clave. Procedente de la empresa privada, la responsable autonómica desgrana en esta entrevista las claves de su gestión en los primeros compases de la legislatura andaluza.
—En sus primeros meses al frente de la Delegación ha tenido que lidiar con una profunda crisis de precios del aceite de oliva con las cotizaciones más bajas desde 2014. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
—He tenido reuniones con cooperativas y almazaras privadas y, tanto ellos como yo coincidíamos en que este escenario es fruto de muchas causas. La oscilación de los precios agrícolas, entre ellos los del aceite de oliva, es consecuencia muchas veces de especulaciones de grandes grupos. La solución a esto debe venir de la mano de la calidad, poniéndola como punto diferenciador de nuestra producción. Por otra parte, es necesario potenciar el consumo dentro de España, donde el aceite de oliva se está viendo sustituido en los hogares por otras grasas vegetales.
—Organizaciones agrarias y de cooperativas piden la activación del almacenamiento
privado o medidas de autorregulación para hacer frente a este problema. ¿Está de acuerdo?
—Entiendo que los productores lo ven como algo necesario dentro del mercado loco en el que nos movemos. Desde el Gobierno andaluz estamos abogando por la negociación para proteger al agricultor.
—No obstante, la superficie de olivar en Córdoba no deja de crecer por su mayor rentabilidad frente a otros cultivos. ¿Cree que hay peligro de entrar en una «burbuja» como ya advierten desde algunos sectores?
—Es verdad que un gran número de inversiones se están destinando actualmente al mundo agrario y, especialmente, al olivar, muchas de ellas en superintensivo. Frente a ello, el trigo duro, que es un cultivo tradicional de nuestra tierra, ha perdido este año 12.000 hectáreas en la provincia. De todas ellas, 5.000 se han cambiado por leñosos, sobre todo el olivar y el almendro. Como Administración pública deberíamos advertir de los riesgos en los que caemos, no sólo por el peligro de una superproducción, sino también por los problemas con la capacidad de las balsas de las orujeras. Además, se están abandonando cultivos muy interesantes para la provincia como la vid o el cereal por este motivo.
—Los productores y la industria de los cítricos han calificado esta campaña de «desastrosa». ¿Qué soluciones propone ante la crisis de precios de los productos agrarios?
—Es cierto que las importaciones hacen mucho daño, no sólo a los cítricos, sino a otros cultivos. Hay que tener en cuenta que la soberanía comercial en España depende de la Unión Europea (UE). No obstante, desde la Consejería se está haciendo hincapié en la necesidad de cambiar algunas medidas políticas, como el contingente o los aranceles, para favorecer al productor.
—¿La Junta va a seguir dentro de la Mesa del Regadío de Córdoba?
—Por supuesto. En Córdoba hay necesidad de agua. En una reciente conferencia, el director adjunto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín del Campo, indicó que los últimos años de sequía obligan a hacer una reserva de agua para el consumo humano, pero también aseguró que la posibilidad de ampliar regadíos está en negociaciones.
—En su opinión, ¿Córdoba puede contar con más superficie de riego?
—Hay muchos agricultores deseando ampliar sus superficies de riego y hay una CHG que está abierta a seguir hablando. No hay que olvidar que hay otras posibles soluciones que ya se están llevando a cabo en otras provincias, como es el uso de agua de las estaciones depuradoras.
—La DOP Montilla-Moriles no deja de perder superficie y el año pasado ya bajó de las 5.000 hectáreas. ¿Qué propone la Junta ante esta situación?
—Me he reunido en varias ocasiones con el Consejo Regulador para tratar este y otros problemas. Se está dejando morir un sector que es vital para la provincia de Córdoba. Estamos al lado de los viticultores y de la DOP para buscar soluciones. Es necesaria más promoción para elevar el consumo de vino, pero hay que ir más allá de medidas como acudir a ferias internacionales. Soy muy amiga de otras opcio
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