Rosalía brilla pero no eclipsa lo mejor de lo jondo
▶La estrella catalana llena la plaza de toros al igual que otras artistas del cartel, con propuestas que van de lo clásico a lo más innovador
LA Noche Blanca de Rosalía. La que muchos agoreros vaticinaban como un estrepitoso fracaso en todo lo que fuera más allá del fenómeno fan de la Plaza de Toros y el Teatro de la Axerquia, resultó ser una de las ediciones más multitudinarias de los últimos años.
La artista catalana, que ya había puesto patas arriba el Coso de los Califas antes de aterrizar en Córdoba, no logró eclipsar las actuaciones del elenco de artistas que este año daban forma a un cartel de rúbrica exclusivamente femenina.
Desde las calles de la Fuensanta hasta el barrio de San Basilio pasando por San Agustín, el Compás de San Francisco, la Torre de la Calahorra, el Patio de los Naranjos y la plaza de la Corredera, los ecos flamencos inundaron la ciudad califal en una nueva noche de jondura en la que hubo cante, baile, guitarra e, incluso piano flamenco, para todos los gustos.
El Ballet Flamenco de Andalucía
abrió la duodécima edición con el estreno de su espectáculo «Naturalmente Flamenco» ante una plaza de las Tendillas que lucía ya abarrotada a las diez de la noche. Vibrante desde el inicio, la compañía andaluza fue desgranando su repertorio coreográfico partiendo de un romance que terminó transformado en bulería y jaleos.
Tras los primeros compases de la apertura, fue el momento de disfrutar de la hipnótica plasticidad de la primera bailaora cordobesa en subir a las tablas, la montillana Úrsula López, solista del espectáculo y responsable junto a Rubén Olmo de gran parte de las coreografías que la compañía andaluza puso en escena durante la hora que duró el espectáculo.
A esa misma hora, en el Patio de San Basilio ya no cabía un alma. Allí otras dos artistas de la tierra, Lola Pérez y Mercedes de Córdoba, ambas galardonadas en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, dejaban algunos de los momentos más emocionantes de la noche en otro de los escenarios más populares de la programación.
El desarrollo simultáneo de conciertos obligaba antes de la medianoche a elegir entre escuchar a Remedios Amaya en la plaza de la Juventud, disfrutar de la magia del baile de Patricia Guerrero en el entorno del Puente Romano o sumergirse en el hermanamiento entre guitarra clásica y flamenca que proponía el Dúo del Mar, compuesto por la componente de Las Migas, Marta Robles, y la guitarrista Ekaterina Záytseva. Una difícil elección que los espectadores se han visto obligados a tomar en las últimas ediciones dado el solapamiento de espectáculos, lo que a su vez ha supuesto una sustancial mejora de la accesibilidad a los recintos, la seguridad en las calles y un mejor disfrute de las actuaciones.
A las 00:05, Rosalía ya había puesto patas arriba la plaza de toros. Con una producción digna de los Kiss —solo faltaban los fuegos artificiales y el trapecio— la artista catalana fue presentando uno a uno los temas que la han catapultado como una de las figuras más