El problema
Es problema es nuestro y se hace aún mayor, no considerándolo o apartándolo. ¿Pero a qué problema nos referimos? Al que tenemos y aun mantenemos, cual es: «El endeudamiento tan elevado que España como nación, junto a su costosa estructura federalista creada en CC.AA..., que tiene y aun sostiene». Problema que irá en aumento, cuanto más tiempo no lo abordemos y no reaccionemos, con una metódica y sistemática «reducción de los gastos públicos»… Pues nuestra deuda ya alcanza el 120% del P.I.B. Es decir, gastamos un 20% más que todo lo que producimos en conjunto, en España. La epidemia, hecha pandemia, por reaccionar tarde y mal ha potenciado nuestra crítica situación, afectando al Turismo y las numerosísimas empresas dependientes, principalmente. Y en contra de actuar sensatamente: reestructurando y reduciendo Ministerios, los han aumentado «in sensatamente». También incrementan el número de asesores, consejeros y supuestos expertos. Y ante este panorama económico tan crítico, solo se les ocurre una «congelación de las nóminas muy numerosas, de funcionarios». No se empeñan tampoco, en recaudar más, no vía impuestos, sino recaudando (al menos un 50%) de tantas concesiones otorgadas (en otro tiempo) de números IBIS, a entidades de todo tipo: culturales, deportivas, sindicales, culturales y religiosas. ¡Pongo por ejemplo! Idéntica suerte y por «Interés Nacional» todo delito por fraude, robo o malversación de dineros al tesoro público o a las arcas púbicas, sean: nacionales, autonómicas o municipales…, deben ser devueltas «siempre». Quedado nula esa normativa tan impropia y anacrónica, de prescribir dichos delitos de robo, pasados los «cinco años». Inexplicablemente vigente. Que se lograría su recuperación y con rapidez, permaneciendo en la cárcel, hasta su devolución. Si los que hoy «desgobiernan» no hacen lo que corresponde, atajando el problema… ¿A qué espera la oposición, presentando ya, una moción de censura y por Intereses Nacionales?