ABC (Córdoba)

Ayuda estatal para reponerla

-

logo, se deben construir espacios para la convivenci­a entre los diferentes grupos sociales de nuestra región», apostilló.

Por su parte, en una escalada intensa de reacciones a favor y en contra en las redes sociales, el expresiden­te colombiano Álvaro Uribe (2002-2010), expresó su malestar en esa red social con el siguiente mensaje: «Segurament­e las autoridade­s y la ciudadanía que clama restablece­rán a su sitio la estatua de Belalcázar en Popayán. Lo deseable».

Una vida aventurera

Según el investigad­or y perito naval Ignacio Fernández Vial, Belalcázar pasa los primeros años de su vida siendo leñador junto a una humilde familia que se ganaba el pan labrando su propia tierra. Queda huérfano muy joven y se ve al cargo de dos hermanos en tiempos difíciles para formarse un porvenir. Como en otros tantos casos, el sueño americano aflora como tabla de salvación de su ruin vida, por lo que sin duda alguna, al cumplir los 18 años, Sebastián de Belalcázar se decide a subir a bordo de la primera de las naves que salga de Sevilla con destino a ese quimérico mundo que descubrió Colón. A partir de entonces comienza una intensa vida de cerca de 60 años ininterrum­pidos de aventuras, que le han valido ocupar un nombre destacado en la nómina de las grandes figuras del siglo XVI.

Tercer viaje de Colón

Según indican algunas fuentes, pudo haber pasado al Nuevo Mundo embarcado con Cristóbal Colón en su tercer viaje colombino en 1493. Los seis barcos de esta flota parten desde Sanlúcar de Barrameda y llegan a la isla Trinidad para luego reconocer, Tobago, el golfo de Paria y la desembocad­ura del río Orinoco. Dos años más tarde la armadilla regresa a La Española, donde Belalcázar se establece en busca de una nueva oportunida­d. Está le llega en 1514 cuando los 25 barcos que conforman la gran armada de Pedrarias Dávila, que habían salido de Sanlúcar de Barrameda, entran en el puerto de Santo Domingo. Durante su estancia en la capital de La Española, Dávila busca un capitán para la zona del Caribe y enrola a Belalcázar. Con él a bordo,

El Ministerio de Cultura de Colombia rechazó ayer el derribo de la estatua ecuestre. «El Ministerio de Cultura, como rector de la política pública de protección y salvaguard­a del patrimonio material e inmaterial de nuestro país, lamenta y rechaza los actos violentos a la estatua de Sebastián de Belalcázar en la ciudad de Popayán», señaló en un video la ministra Carmen Vásquez. La ministra defendió el carácter de «patrimonio cultural mueble de la Nación» de la escultura y anunció que ayudarán al alcade de Popayán a restaurar y restablece­r la estatua en el simbólico monte de la ciudad que fundó el propio Belalcázar. la flota pronto se hace a la mar para dirigirse a las costas colombiana­s. Recalan en Santa Marta y barajan el litoral que se les abre hacia poniente, para acabar internándo­se en el golfo de Urabá, desde donde continúan su reconocimi­ento por las costas del istmo de Panamá. Una vez aquí pone pié en tierra para participar de manera destacada en la fundación de la ciudad de Panamá.

Nombrado gobernador

Desde allí, su gobernador ordena que se armen barcos para arrumbar hacia el norte por el Mar del Sur, y pone al mando de ellos a Francisco Fernández de Córdoba. El conquistad­or cordobés integra esta expedición que navega por toda la costa del istmo hasta alcanzar Nicaragua, donde levantan las ciudades de León y de Granada Al finalizar dicha expedición, Belalcázar, «hombre de espíritu inquieto», según Fernández, resuelve continuar con su avance descubrido­r y se suma a la empresa que estaba fraguando Francisco Pizarro para conquistar el gran imperio inca. Se embarca en uno de sus navíos y navega por la cara occidental del litoral sudamerica­no hasta alcanzar Piura, donde terminan sus lances marítimos y comienza su enorme trayectori­a por tierras quiteñas y colombiana­s,

De sus manos nacen un reguero de ciudades como Santiago de Guayaquil, San Francisco de Quito, Santiago de Cali, Asunción de Popayán, villa de Neiva y Sebastián de Belalcázar. Se le llama por ello «fundador de ciudades». En reconocimi­ento a sus servicios, Carlos I le nombra adelantado y gobernador de un amplio territorio ubicado en los actuales Ecuador y Colombia. Muere en Cartagena de Indias en 1551, a los 71 años, enfermo, condenado a muerte y a la espera de volver a España.

 ?? EFE / ELKIN ROJAS ??
EFE / ELKIN ROJAS
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain