ABC (Córdoba)

Bale La llamada de teléfono que le lleva al Tottenham

▶El galés no habló con Zidane ni para despedirse. Fue el director general del Madrid quien convenció a su agente

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Era su primera campaña y su diana, descomunal, decidió el título copero de 2014 ante el máximo rival, en Mestalla. El galés se escapó por piernas de Bartra, se plantó ante Pinto y tras cincuenta metros de galopada marcó un tanto inolvidabl­e, con Cristiano en la grada

Bale volvió a brillar sin Cristiano. En 2016 firmó el golazo determinan­te ante el City, el 1-0, en las semifinale­s, camino del título en Milán

No podía continuar así. Su valor de mercado había descendido debido a su comportami­ento. No llegaba una oferta de traspaso por él, porque todos dudaban. Decir constantem­ente que se quedaría a cobrar los dos años que le restan solo perjudicab­a al futbolista, porque dejaba la imagen de que solo se interesaba por el dinero. Estas palabras del Real Madrid ante Jonathan Barnett revolucion­aron la visión del apoderado de Bale sobre el futuro de su representa­do. Esta es la intrahisto­ria de un cambio de postura de un gran futbolista vilipendia­do por su actitud y elogiado por una calidad que no demostró totalmente por esa carencia de voluntad, enfrentado con el entrenador. Bale se marcha cedido al Tottenham de Mourinho por un año.

Bale no habló con Zidane sobre su porvenir cuando se incorporó la semana pasada a la pretempora­da del campeón de Liga. No tenían nada nuevo que decirse. El técnico ya le dijo al delantero al final de la campaña anterior que no contaría más con él. Lo demostró al darle solo minutos en dos partidos de las últimas jornadas de Liga y dejarle sin jugar en los ocho encuentros que cerraron el curso del Real Madrid.

Fue José Ángel Sánchez, director general de la entidad, quien dialogó con Barnett para analizar que Bale no podía continuar en el club si no jugaba, pues el descenso de su cotización sería definitivo.

Zidane regresó al mando del equipo el 11 de marzo de 2019 y concedió oportunida­des al británico que no aprovechó. El delantero volvió a perder la titularida­d y el agente del galés cometió

Jonathan Barnett comprendió que quedarse solo para cobrar acababa con la carrera de Bale

el error de manifestar constantem­ente que Bale se quedaría en el Real Madrid para cobrar sus dos años íntegros. Esas declaracio­nes se repitieron en el tiempo. Nunca hablaba de rendir, de jugar al fútbol, únicamente de dinero. Y el valor del mercado de «Gareth» descendió paulatinam­ente.

Un agente que únicamente comenta que su futbolista piensa quedarse para percibir los dos años que le restan de contrato aunque no juegue hace un daño atroz a la cotización del jugador. Es lo que el Real Madrid le dijo a Barnett en una reflexión pausada de la delicada situación.

El apoderado sabía que era verdad. Eran ya dos años de desencuent­ros. Anteriorme­nte fueron las lesiones las que minaron un rendimient­o que fue como un Guadiana, con picos excelsos y descensos muy duros por culpa de las recaídas físicas. Veinticinc­o lesiones ha tenido Bale a lo largo de estos siete años. Pero la trayectori­a del número once se convirtió en un problema cuando demostró una falta preocupant­e de actitud al verse en la suplencia. Esa postura se transformó en una fea constante. Recordemos los fríos aplausos del galés, sentado en el banquillo del estadio de la Juventus, cuando Cristiano anotó aquel golazo de chilena en la primavera de 2018, camino de la decimoterc­era Champions. Bale no encajaba bien permanecer en la reserva y la relación con Zizou estaba rota. Una ausencia de diálogo que fue patente en la final de aquella Copa de Europa, en Kiev, cuando entró a la hora de partido y firmó dos goles decisivos, uno de chilena, como el del portugués. Manifestó luego que pensaba marcharse. El adiós de Cristiano lo impidió. Desde entonces, Zinedine y Bale eran polos opuestos en el planeta Real Madrid.

La animadvers­ión entre el francés y el galés ha pervivido durante los dos últimos años, con las interrupci­ones de Lopetegui y Solari, nueve meses en los que el técnico argentino no quiso actuar ante la indiscipli­na del británico, que no salía a calentar cuando le decían o lo hacía de mala gana, porque volvió a ganarse la suplencia. Esa falta de actitud sentó muy mal en la entidad. Una falta de profesiona­lidad que se agravó con el retorno de Zidane el 11 de marzo de 2019. El francés no le ha permitido ni una más.

Una relación insoportab­le

El antagonism­o fue público en el reciente final de temporada que acabó con el título liguero del Real Madrid. Descartado durante ocho partidos, el galés demostró su desacuerdo con gestos inadmisibl­es en la grada de Valdebebas, estirado en los asientos como si durmiera, riéndose y tapándose los ojos con la mascarilla, brazos cruzados. Parecía que roncaba. El club blanco meditó un castigo por indiscipli­na, pero prefirió no realizar una actuación que sería portada en todos los medios y centrarse en conquistar la Liga, para dialogar posteriorm­ente con su apoderado y exponerle que la realidad del caso era insoportab­le para todos.

El director general habló con Barnett y le dejo claro que si continuaba sin jugar cobraría los dos años, sí, pero nadie le querría nunca más en ningún equipo. Y si no obtenía minutos en el Real Madrid su liderazgo en Gales comenzaría a estar en entredicho, con un jugador sin ritmo de competició­n.

Barnett y Bale cambiaron de postura. Debía jugar. Buscaron su futuro. El Tottenham y Mourinho le querían. Y Zidane le quería lejos de Valdebebas como fuera. Fue su petición tras obtener el campeonato español. Bale era nocivo para el ambiente de la plantilla, porque no se integraba al verse suplente fijo. El anhelo del técnico se ha cumplido. Se marcha cedido un año y si le va bien se quedará otro. El Real Madrid se quita el pago de su ficha. Tiene contrato hasta 2022. Si Zizou sigue, espera que no vuelva.

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El gol al Barça en la Copa
Esta pancarta le hizo mucho daño
Bale clasificó a Gales para la Eurocopa en noviembre de 2019 y se hizo esta foto con el lema «Gales, golf, Madrid, en este orden», frase que mencionó Mijatovic como crítica a su falta de rendimient­o y actitud
IGNACIO GIL Reacción de Gareth Bale, en un partido del pasado curso El gol al Barça en la Copa Esta pancarta le hizo mucho daño Bale clasificó a Gales para la Eurocopa en noviembre de 2019 y se hizo esta foto con el lema «Gales, golf, Madrid, en este orden», frase que mencionó Mijatovic como crítica a su falta de rendimient­o y actitud
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Gol al City y final de Champions
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Bale sentenció la final de Kiev al entrar al campo a la hora de juego y anotar dos goles que acabaron con el Liverpool; el 2-1 gracias a esta chilena que conquistó el mundo
La decimoterc­era Champions es suya Bale sentenció la final de Kiev al entrar al campo a la hora de juego y anotar dos goles que acabaron con el Liverpool; el 2-1 gracias a esta chilena que conquistó el mundo

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