SE DISUELVE EL EFECTO DE FILOMENA EN LOS PRECIOS
levábamos semanas de preocupación por los bajos precios en origen en productos hortícolas como pepino, berenjena o calabacín, y de repente, llega la tormenta Filomena y lo remueve todo. Se ha notado el efecto de la bajada de temperaturas, como es lógico, a lo que sumar los efectos de heladas y la demanda creciente.
Productos como calabacín o berenjena son especialmente sensibles al frío, que causa casi la paralización de la planta, y hemos visto cómo en esos días del temporal la reducción de la cosecha hortícola ha sido de un 70%. Pero que nadie se lleve a engaños al mirar la pizarra y ver precios de 2 y 3 euros el kilo. Al agricultor no le compensa, dada la reducción drástica de los kilos.
Si pensamos, por ejemplo, en los productores de pepino que han vendido más de la mitad de su producción a 15 céntimos, estar una semana o dos vendiendo por encima del euro y sacando con suerte un 10% de la producción, no hace que las cuentas salgan aunque parezca mentira.
Pero es más, ha habido productos que ni siquiera han notado este «efecto Filomena» y llevan cayendo en su valor en este arranque de año, como ocurre con el pimiento, el que es el principal producto de la oferta almeriense. Producción que ha estado comiéndole terreno al tomate hasta ser el líder en extensión en el campo.
Ya una vez pasada la tormenta, los precios van desinflándose, algunos más rápido que otros, como el calabacín y la berenjena, adentrándose ya en el término de la campaña de invierno y cuando muchos se encuentran ya sembrando y planificando la próxima campaña de primavera.
Se disuelve, por tanto, el «efecto Filomena» y los agricultores volvemos a la realidad de la incertidumbre de lo que nos espera en las próximas semanas, una vez que las temperaturas vuelvan a la normalidad y las plantaciones se recuperen.