La Justicia y sus nombramientos no se pactan
Si, digo bien, la Justicia y los miembros que la ejercen, jueces y magistrados, nunca deben ser objeto, ni objetivos de pactos entre formaciones políticas. Eso es una perversión y un fragante delito Inconstitucional. Pues la Carta Magna sostiene claramente que la Justicia debe ser independiente. Ello conlleva y requiere que los nombramientos de los Magistrados de los Altos Tribunales de nuestra Justicia, jamás deben ser motivo de selección y nombramiento de y por los políticos. Deben ser nombrados por sus propios organismos, tanto los Jueces como Magistrados. Nunca, repito, pretender un pacto y llegar a un acuerdo entre formaciones políticas, de su número y nombramientos. Ello denuncia y corrobora una práctica dictatorial, que se oculta en un Estado Democrático, poco asentado. Que de continuar con este «compadreo y apaño» endulzado con un pacto tan improcedente como anticonstitucional…, España llegará a romperse a desquebrajarse. Por atacar sus cimientos Constitucionales, precisamente por los partidos que deberían defender la independencia de la Justicia. Como un pilar fundamental de los principios y valores de nuestra Carta Magna, la cual votamos todos los españoles. Pero hay que decir, algo más, que no solo es el gobierno quien incumple proponiendo ese improcedente e impropio pacto de nombramientos de Magistrados…, sino también la oposición, ¡la cual no existe! pues consiente esta práctica de nombramientos. De manera proporcional a los dos grandes partidos. Es un hecho totalmente corrupto; que tampoco es denunciado con la severidad y la contundencia por los medios de comunicación. Pero, existe otro hecho no menos grave, para mejorar y salvar nuestra maltrecha economía, que es:
No denunciar y con firmeza “la obligada reducción de dineros públicos empleados en tantos Ministerios, Direcciones Generales, Conserjerías, Asesores, Consejeros…, que tenemos. ¡Deberíamos despertar de ese sueño, centrado en un falso «Estado de bienestar»! Pues este se ha cimentado, se ha sostenido irresponsablemente…, !Con dinero no propio!, sino endeudándonos mucho, sin poner obligados límites: tanto al gobierno central, como a las comunidades autónomas.