Vox denuncia la «agencia de colocación» en que Sánchez ha convertido el Estado
▶Piden ante el Congreso el cese del presidente de Correos y hacen lista de los dedazos de personas de escasa preparación en empresas públicas
«Ignominia insuperable», «voracidad», un puro «capricho personal del presidente del Gobierno», Pedro Sánchez. Vox no ahorra metralla dialéctica para retratar el abuso continuado en que, a su juicio, han incurrido PSOE y Unidas Podemos hasta convertir en una «enorme agencia de colocación» a su servicio tanto las cúpulas de la Administración General del Estado, como las de los sectores públicos institucional y empresarial. Hasta borrar en ellas el axioma de la profesionalidad, dicen. Hasta utilizarlas, denuncian «para repartir prebendas entre amigos, devolver favores y sacar del paro a personas con escasa preparación y nula experiencia de gestión». Lo que viene a ser un paraíso del enchufe.
A entender del partido de Santiago Abascal, el desmadre en sueldazos y despachos para señores que presuntamente no dan la talla profesional lo encarna Juan Manuel Serrano Quintana, al frente de Correos desde 2018 a 200.000 euros al año. Sin mayor «formación específica en la materia ni experiencia alguna en gestión», recuerdan los de Vox, todo es «recompensa» por haber sido jefe de gabinete de Sánchez –en Ferraz, que no en La Moncloa–, con lo que piden su destitución. Y sustitución por una persona que «se signifique por poseer los conocimientos, prestigio y experiencia y profesionales» adecuados al ejercicio que corresponda.
Tal solicitud se ha presentado en el Congreso en forma de una proposición no de ley (PNL), y en ella el Grupo firmante se lamenta de que esta agencia de colocación «impide que España disponga de una dirección pública estable, profesionalizada e inmune a los
Vox pide la destitución de quien fuera jefe de gabinete de Pedro Sánchez en Ferraz. Sostienen que, según «documentos internos» cuadriplica la cifra oficial de pérdidas que consta en los PGE, lo que serían 300 millones. vaivenes del poder político». Que todo fuera eso.
Pero como ya publicó este diario, el Gobierno se ha pertrechado con hasta 730 asesores, una cifra nunca vista, 347 de ellos directamente orbitando en torno a Pedro Sánchez, elegidos todos también a dedo y también fuera de la Función Pública. Porque pueden. Pero donde no está tan claro y lo han hecho, lo de prescindir de los funcionarios, ha sido a la hora de designar a 35 directores generales que han seleccionado por la ‘confianza’ de fuera de la Administración tirando de una excepción puntual que contempla la ley por si no hubiera en la plantilla a sueldo del Estado perfiles con la cualificación que se desea. Resultado: altos cargos recién sacados de ONG de recorrido limitado, activistas de las causas más variopintas y mucho encadenador de puestecitos políticos desde su época de bachiller. Primero en el partido y hechos los méritos, en las instituciones, los organismos, las empresas de todos. Un clásico que siempre vuelve.
A cuento de lo de Serrano Quintana, en esa PNL se hace catálogo de estos que llama «adláteres» de PSOE y Unidas Podemos –a los que no pone nombre propio–ahora colocados en el cielo retributivo de lo público. Y les sa
ASESOR DE SÁNCHEZ