«Que el frigo haga el pedido al súper está más cerca de lo que pensamos»
Pepe Huertas Cofundador de Dobuss
«En internet no hay paciencia ni fidelidad»
Cuando Pepe Huertas y José Luis García-Morato fundaron Dobuss en 2013 tenían un local de 30 metros con dos mesas. Una para cada uno. Hoy factura 1,8 millones, cuenta con una plantilla de 31 empleados y da servicio a casi 300 negocios de toda España.
—He leído en internet lo siguiente: «Dobuss, segunda agencia SEO de España». ¿Dónde está el milagro?
—En manejar el posicionamiento. Saber cómo piensa Google, dónde está el secreto de su algoritmo y que es lo cambiante. Y el secreto está en tener un equipo que investigue qué le gusta a Google. Poner una web que enamore al algoritmo. No es información privilegiada. Es investigación. Ensayo y error.
—¿Usabilidad es la palabra mágica en su negocio?
—Cuando arrancamos en 2013 no hicimos ninguna web que no fuera «responsive», o sea, adaptada a los dispositivos móviles. Y en todos esos años se hacían webs de escritorio, que no se adaptaban bien al móvil. Vimos que la progresión de dispositivos móviles era bestial. Hay que hacer que la experiencia de navegación del usuario sea óptima y eso es parte del secreto.
—Intuitiva, sencilla y simple. ¿Qué es?
—Que no tengas que pensar mucho en cómo proseguir en tu navegación. Sencilla es que menos es más. El contenido superfluo sobra. Que cualquier persona, sin haber entrado en la web, pueda llegar donde quiera con facilidad. Hoy dos segundos sin saber qué hacer hace que abandones la web y te vayas a la competencia. En internet no hay ni paciencia ni fidelidad.
—¿Los escaparates de ayer son los interfaces de hoy?
–En parte, sí. Nos va a seguir gustando pasear y ver escaparates en el centro de la ciudad pero hoy lo que te encuentras en una web es el escaparate de muchos negocios que han migrado de un 95% presencial a un 70% «online». Nosotros hemos conseguido que una frutería local venda en toda la ciudad. Con un sistema de logística y reparto ha multiplicado sus ventas por cinco.
–¿Hay fruterías en Córdoba que venden ya más «online»?
–Totalmente.
–Esa es la revolución del futuro. –Y está en Córdoba. Cuando estaba todo cerrado, los negocios que dijeron «aunque sea que me hagan los pedidos por Whatsapp» son los que sobrevivieron. Y nosotros hemos conseguido no solo vender por Whatsapp sino que tengas una web con los productos bien definidos y simples. Esta es la tecnología al servicio de las empresas.
—No. Como todo, es equilibrio. Es enfermizo estar diez horas al día viendo cosas poco relevantes en redes, pero no usarlas también.
—¿Córdoba se ha subido al carro
—Creo que sí. Quedan muchas empresas probablemente gestionadas por generaciones anteriores a la X, pero, en general, estamos viendo migración del rumbo de muchas empresas que están digitalizando claramente.
digital?
es lo que nos gusta. En el fondo, lo que hace es retroalimentar lo que ya te gusta. Están segmentando la publicidad para que a mí no me salga un anuncio de compresas.
—O sea, que Google nos conoce a la perfección.
—Conoce mucho de nosotros. Tiene muchísima información. Y los dispositivos móviles son ya la caja negra de nuestra vida. Ahí está todo. Quien tenga acceso a esa información tiene mucho poder para saber cómo llegar a nosotros como consumidores.
—Por lo que parece, la protección de datos no funciona del todo bien.
—Ahora quieren que todas las «cookies» estén más reguladas. Que haya que permitir de manera inequívoca su uso. Pero creo que es complicado ponerle puertas al campo. Y no tengo claro que nos haga tanto mal. Siempre hemos estado bombardeados por la publicidad.
—¿En las «cookies» está el secreto?
—En parte. El móvil guarda unos historiales de búsqueda bestiales. Guarda ubicaciones y «me gusta» en redes. La combinación de toda esa información, dónde estamos, por dónde navegamos, qué nos gusta, quiénes son nuestros amigos, dónde hemos estudiado y cuál es nuestra empresa, te enclava en un grupo potencial de compra para un determinado producto.
—Esto da miedo.
—Lo que hace falta es tener consumidores inteligentes que puedan comprar mejor. Pongo un ejemplo: antes las marcas no tenían la información que tienen de nosotros y te vendían en campañas tradicionales un producto al que nadie hacía comparativas. Hoy hay cientos de «youtubers» que están haciendo comparativas. Somos más vulnerables por la información que tienen de nosotros pero a la vez tenemos información para poder desmenuzar si los productos son buenos. Hay que formarse y tener mueblecitos en la cabeza para poder comprar libremente.
—Y hay muchos consumidores inteligentes?
—Hay de todo. Esto va por barrios. La inteligencia no la reparten en una fila.
—¿El consumidor inteligente es el que consume menos?
—Eso es filosofía. Mi padre siempre me ha dicho que no es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita. Si necesitas consumir es algo patológico. No lo recomendaría. Pero lo que mueve la economía hoy por hoy es el consumo. Aunque un consumo responsable, ordenado y sostenible.
—¿Qué revolución digital nos espera mañana?
—Sacar la bola es complicado. El siguiente paso es que las máquinas cada vez más hablen entre ellas. Ya mismo el hombre dejará de intervenir. El famoso IoT, el internet de las cosas, es el siguiente paso. Que el frigorífico haga el pedido al súper está más cerca de lo que pensamos.