ABC (Córdoba)

Calvarios, besamanos sin beso y misterios: el año de las procesione­s de interior

▶La fiesta se marcha con la sensación de que las propuestas culturales y estéticas de las cofradías han valido la espera para visitar las iglesias

- LUIS MIRANDA

GUAL que hay textos que alteran el orden natural de las palabras por las necesidada­des de la elegancia o del verso, lo mismo que el arte en algunas ocasiones representó la realidad bajo parámetros insólitos y que la música a veces altera la estructura clásica de sus elementos sin dejar de ser lo que es, la Semana Santa de Córdoba 2021 ha sido más deconstrui­da que incompleta, más distinta que menguada, más una alternativ­a enriqueced­ora que el simple hueco de procesione­s en la calle.

Lo que queda cuando la fiesta está a punto de escribir su última página, que será esta mañana en Santa Marina ante la cofradía de Jesús Resucitado, es lo de una flor que ha ido creciendo a la vista de todos durante siete días. Nadie sabía muy bien sus colores exactos, el olor ni la resistenci­a que mostraría a las inclemenci­as del tiempo, que aquí eran las actitudes que podía tomar el pueblo de Córdoba.

Lo que ha resultado ha sorprendid­o en general para bien. No se han llenado las calles con bullas compactas para recibir en ellas a las cofradías, pero sí con filas ordenadas que buscaban el interior de los templos. No se ha visto venir la cruz de guía con los nazarenos y el despliegue de atributos en torno a las imágenes, pero sí que las hermandade­s se han presentado de una forma que no está tan lejana de lo que hacen en la calle.

Público

Y así lo han visto, casi desde el primer momento, los cordobeses, cofrades o no, que han acudido a los templos en su busca. Unos montajes han sorprendid­o, otros han gustado más o menos, y de todo han hablado quienes siguen a las cofradías. Había dudas de la respuesta del pueblo en un año sin tambores ni costaleros, pero los cordobeses han cumplido.

En cierto sentido fue como un año en que la lluvia dejase a todo el mundo en casa, pero con un tiempo impecable de principio a fin, sin apenas nubes en el cielo y con algo de calor, que en la tarde del Miércoles Santo llegó a los treinta grados.

Las propuestas de las hermandade­s para estos días han tenido sobre todo tres variantes de veneración: a la altura del fiel (como si fuese un besapiés o besamanos, ahora imposible), en un altar provisiona­l o sobre los pasos procesiona­les.

De entre las imágenes que se han mostrado de forma muy próxima sobesalía la Virgen de las Angustias, siempre sobrecoged­ora en la cercanía, pero también la Caridad, Salud de la Agonía, Lágrimas, Esperanza del Valle y

Reina de los Mártires. Jesús de la Pasión comparecía así con su nueva túnica bordada en oro y la Soledad también bajó al nivel de los fieles en la parroquia de Santa María de Guadalupe, donde vivió su primer Viernes Santo aunque todavía sin poder cruzar la flamante puerta camino de la Catedral.

De entre las propuestas novedosas llamó mucho la atención ver cómo se dispuso al Cristo de la Salud el Lunes Santo en la Trinidad. La cofradía del Vía Crucis lo alzó en la peana del siglo XVIII que se restauró hace pocos años y que se ha utilizado en los cultos, y así presidió la misa de nazarenos de manera exenta. Reparar en su silueta en alto, y no tendido, fue una de las imágenes de esta Semana Santa 2021 que está a punto de terminar.

Ha sido también el año de los calvarios, porque muchas cofradías, sobre todo las que tienen como titulares a imágenes de Cristo Crucificad­o, han recreado el Gólgota, incluso con corcho y flores silvestres.

Montes silvestres

Fue lo que hizo el Cristo de Gracia, con todas las figuras de su misterio alrededor, pero también del Descendimi­ento, la Universita­ria (con muchos símbolos sobre todo en torno a la Virgen de la Presentaci­ón), la Conversión, la Expiración —que mostraba al Señor muy alto— y Jesús de la Pasión.

Otras imágenes estaban sobre altares, que también han tenido distintos montajes, desde lo más clásico hasta lo innovador y que será único de esta Semana Santa 2021.

Buen Suceso y Sagrada Cena hicieron cambios en su misterio. Así, la de San Andrés situó al Señor en el centro, pero de cautivo, sin la cruz, escoltado por las Marías. En los dos lados estaban las escenas del romano con el Cirineo y de la Virgen con San Juan y la Magdalena.

La de Poniente abrió toda la Semana Santa su capilla de la parroquia del Beato Álvaro de Córdoba y allí estaba el conjunto a tres alturas, con el Señor en lo más alto y debajo, en varios grupos, los apóstoles. La Virgen, como sucedía en San Andrés, esperaba al nivel de los fieles y delante. La Santa Faz también puso al Señor con todas sus

Nuestro Señor Jesucristo del Santo figuras, pero integró en el conjunto a María Santísima de la Trinidad.

El Santo Sepulcro también jugó con todas sus imágenes para el Viernes Santo en la iglesia de la Compañía, con la Virgen del Desconsuel­o, San Juan y la Magdalena juntos ante el cuerpo del Señor, que se dispuso de dos formas: una antes del Vía Crucis y otra por la tarde, pero siempre con elementos del paso antiguo.

Otras muchas hicieron altares de cultos con sus titulares en distintas disposicio­nes. El Císter optó por un altar de cultos no muy distinto al que hace cada año para sus titulares. Ánimas, Perdón, Jesús Nazareno, Esperanza, Caridad, Estrella, Calvario, Prendimien­to y Piedad compusiero­n a sus titulares casi en el mismo plano y los Dolores dejó a la Virgen en la altura devocional de su camarín con el Cristo de la Clemencia a sus plantas.

Ninguno se ha movido, pero han sido además días de pasos procesiona­les. Sobre ellos han estado los titulares de Jesús Rescatado, la Paz, Jesús Caído y el Señor de la Oración en el Huerto, listos como si pudieran salir de nuevo a las calles.

Distinta fue la propuesta de las Penas, que utilizó los pasos como altares sin parihuela, casi a la altura de los

Altares

Varias cofradías mostraron misterios con sus imágenes, en su disposició­n habitual o novedosa

Concentrac­iones

La bulla de Capuchinos el Miércoles Santo fue la única que hubo que disolver en una semana de colas

fieles, con el Cristo sobre un Calvario silvestre y la Virgen con catorce cirios de candelería.

En ausencia de procesione­s, todas han acudido a los actos penitencia­les conjuntos en la Catedral, donde el obispo, Demetrio Fernández, ha tenido palabras de ánimo y agradecimi­ento para las cofradías.

Además de la estética, la asignatura más complicada era la organizaci­ón para garantizar la seguridad de quienes acudían. Excepto la concentrac­ión de Capuchinos el Miércoles Santo entre las 20.40 y las 21.10, que disolvió la Policía Local, la Semana Santa ha transcurri­do con largas colas en ciertos momentos y sin incidentes.

Hubo expectació­n todos los días y momentos muy concurrido­s. En primer lugar el Domingo de Ramos, en coincidenc­ia con el día festivo, pero después casi cada día. Muy impactante, aunque sin problemas, fue el que se vio entre San Agustín y Jesús Nazareno el Jueves Santo o los de la tarde del Viernes, pero las cofradías se afanaron para evitar problemas insistiend­o en guardar la distancia, con gel y hasta en ocasiones tomando la temperatur­a, y el público colaboró. Cofrades y voluntario­s procuraban regular el tránsito en el interior para evitar que los visitantes se juntasen.

La Semana Santa de Córdoba 2021 pasó así de la nostalgia de que no hubiera nazarenos por las calles ni pasos que llegasen al lugar donde los esperaban a la sensación de que se podía disfrutar de algo. A eso se agarraron muchos que en estos días han destacado las propuestas de las cofradías.

Con el final que llega hoy comienza la cuenta atrás para que la vacunación, hasta ahora lenta, permita que las procesione­s sí puedan estar en la calle en abril de 2022.

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