Illa entra en campaña contra Díaz Ayuso: «Es el fanatismo y el espectáculo»
▶ El exministro deja la moderación y agita al PSOE ante la seriedad de Gabilondo
A un mes de las elecciones en la Comunidad de Madrid, la candidata del Partido Popular y presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sigue con paso firme hacia la victoria en las elecciones. La única incógnita que queda por despejar es la magnitud de su victoria y si ese triunfo servirá para encumbrar al PP en el liderazgo de la derecha española, en su pugna con Vox.
La izquierda, consciente de que el triunfo electoral de Ayuso es una realidad, aprieta el acelerador para que el trasvase de votos de Vox al PP sea cada vez menor. El objetivo es empujar al PP a un acuerdo de gobierno con Abascal que incluya la entrada de miembros de Vox en el Ejecutivo. Una baza que le permitirá acusar a los populares de gobernar con lo que ellos consideran ultraderecha, y extender esta amenaza a toda España.
Pero los populares lo tienen claro, prefieren un Gobierno en minoría de Díaz Ayuso con el apoyo parlamentario de Vox, antes de que éstos entren en el Ejecutivo.
Tal es la inquietud en el PSOE que ayer entró en campaña el exministro de Sanidad Salvador Illa acusando a Díaz Ayuso de haber «estado más centrada en atacar al Gobierno de España que en proteger a Madrid y a sus ciudadanos cuando más falta hacía». El hoy parlamentario catalán abandonó el tono moderado que le ha caracterizado y del que también hace gala Gabilondo, llegando a afirmar que la gestión de Ayuso «es el fanatismo, es el espectáculo. No hace falta que os cuente a dónde lleva todo esto».
Crispación
Illa aseguró que la crispación «que conocen bien en Cataluña» se está empezando a instalar en Madrid. «Un Gobierno al que no le interesa la gestión, que expulsa a sus socios y nos hace ir a las urnas por puro partidismo», insistió.
Estas declaraciones del exministro socialista abonan la tesis que sostienen los populares de que la situación de la pandemia va a ser utilizada por los socialistas para responsabilizar a la presidenta madrileña si se produce un aumento de los contagios en una posible cuarta ola. De hecho, a lo largo de la Semana Santa han arreciado las declaraciones del candidato socialista, Ángel Gabilondo, cuestionando el ritmo de vacunación de la Comunidad y denunciando que se ha dejado de vacunar en los centros de salud.
La otra batalla que libra Díaz Ayuso es la del centro-derecha. La candidata popular está captando el voto de Vox, que se ve representado en la gestión de Díaz Ayuso. Las alarmas saltaron en el partido de Abascal y éste asumió en primera persona la dirección de la campaña. Conscientes de que Rocío Monasterio, su candidata, ha quedado eclipsada por la presidenta madrileña, Abascal es el único que puede frenar la sangría de votos que se pueden ir al PP.
Aunque el eurodiputado y portavoz del Comité de Acción Política, Jorge Buxadé, afirmó el lunes pasado, que «Ayuso no va a aglutinar nada», en relación a la concentración del voto del centro-derecha, la realidad es muy distinta. Ahora Vox centra su campaña en que solo ellos pueden contener la llegada de la izquierda a la Comunidad de Madrid.
Por su parte, la izquierda vive estas elecciones como una oportunidad imprevista de recuperar un Gobierno que está en manos del Partido Popular desde 1995. Ningún sondeo publicado ha señalado por el momento la posibilidad de que una suma de izquierdas pueda arrebatar la Puerta del Sol a una Isabel Díaz Ayuso que aparece lanzada en todas las encuestas. Pero la segura victoria del PP encuentra ciertos interrogantes en los que las formaciones de izquierdas esperan encontrar réditos. «Siempre que se reparten de nuevo las cartas existe un riesgo y una oportunidad», manifiesta un dirigente del PSOE madrileño. La comentada pugna en la derecha, con una mayoritaria decantación del voto hacia el PP puede arrojar efectos nocivos. «Creemos que Vox entrará, pero si no entra, ella sola no llega a la absoluta», dice un diputado socialista.
Mirada a la participación
A partir de aquí, el PSOE espera que un buen dato de participación dificulte a Díaz Ayuso acercarse a la mayoría absoluta, tanto en solitario como con Vox. Los socialistas están jugando la baza de la moderación de su candidato, Ángel Gabilondo, y lanzando la idea de que se trata de un Gobierno de emergencia. En algunos sectores del PSOE se ha manifestado preocu