Las empresas del Ibex recortan más de 18.000 puestos de trabajo
▶La mayoría de los ajustes no serán traumáticos, sobre todo en los grandes bancos, que ofrecen las mejores indemnizaciones
Casi la mitad de las grandes compañías que forman el Ibex 35 se encuentran inmersas en procesos de recortes de sus respectivas plantillas, situación que se ha hecho más patente desde finales del año pasado. De momento, suman más de 18.000 puestos de trabajo. En unos casos, responden a la crisis económica provocada por la pandemia; en otros, como en la banca, a la reestructuración del sector.
Precisamente, mañana se conocerán los datos del paro y de afiliación a la Seguridad Social correspondientes a marzo. Al acabar febrero se había vuelto a superar la cifra de cuatro millones de desempleados, mientras que 900.000 personas seguían en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).
La mayoría de los ajustes de las empresas del Ibex responden a los malos resultados obtenidos en 2020. Las firmas de este índice bursátil sumaron el año pasado unas pérdidas de 8.061 millones de euros, cuando en 2019 habían ganado 28.140 millones.
Banco Santander y Sabadell
Una vez más, los bancos son los que más empleos destruyen, aunque con mejores condiciones para los afectados. Por un lado, están el Santander y el Sabadell, que han pactado sendos ajustes de 3.572 y 1.800 empleados, respectivamente. El primero de ellos, que perdió el año pasado 8.771,2 millones de euros, pagará entre 5.000 y 30.000 euros a quienes salgan voluntariamente de la entidad, según la antigüedad en la misma. Para el resto de afectados por el ERE, las indemnizaciones se han establecido en función de los grupos de edad.
El Sabadell, que en 2020 tuvo un resultado
Mañana se conocerán los datos de marzo; en febrero había más de 4 millones de desempleados
positivo de tan solo dos millones de euros, quería tener cerrado en estas fechas el ERE que presentó sobre 1.800 empleados. Los mayores de 56 años son prejubilados con el 75% del salario anual hasta los 63 años, con un máximo de 280.000 euros para los nacidos entre 1958-1961 y de 300.000 euros para los nacidos entre 1962-1964.
En todos estos casos, los expedientes de regulación de empleo han sido pactados con los sindicatos.
En el sector también se da por seguro que las otras dos grandes entidades, la nueva Caixabank y el BBVA, llevarán a cabo a corto plazo recortes en sus plantillas de entre 8.000 y 10.000 empleados entre ambas, según fuentes consultadas.
Por su parte, la energética Naturgy informó hace pocos días a los representantes de los trabajadores de su intención de recortar la plantilla en mil personas, aproximadamente el 20% del total en España. La empresa, que el año pasado perdió 347,3 millones de euros, quiere llegar a un acuerdo en este mismo mes y ejecutarlo antes del verano. Para ello ofrece indemnizaciones según edades, ya que el plan está abierto a todos los empleados.
El marido de la ministra
Precisamente, uno de ellos es el marido de la ministra de Industria, Reyes Maroto, motivo por el cual esta se ha inhibido en el expediente incoado tras la opa lanzada por el fondo australiano IFM sobre el 22,7% de Naturgy.
Hace pocas semanas, los 266 trabajadores de las fábricas de palas para aerogeneradores de Siemens Gamesa en As Somozas y Cuenca aceptaron el ERE presentado por la multinacional alemana y que conlleva el cierre de ambas plantas.
La empresa, que en 2020 tuvo unos números rojos de 918 millones de euros, abonará indemnizaciones de unos 63 días por año trabajado, sin límite
uchos aspectos de la pandemia son desconcertantes porque no son razonables o lógicos. Y esto es porque no somos perfectamente racionales y porque, con 7.000 millones de humanos interconectados, una cifra sin precedentes en la Historia, la colmena humana es una recién llegada a los sistemas de gestión de las abejas.
Consideremos dos casos extremos, el de Chile y el de Corea del Sur. El primero es un éxito vacunando. Su Gobierno fue visionario a la hora de agenciarse vacunas de diversas fuentes, pero ha sido incapaz de controlar los contagios. Hoy, su sistema sanitario está al borde del colapso y el confinamiento, cuyo grado de seguimiento era de risa, ha tenido que endurecerse y las elecciones de abril, aplazarse. Resultado: un gobierno contra la pared, esperando que el Armagedón de las camas UCI no ocurra, y que, dentro de un mes, ojalá escampe.
En Corea del Sur sucede lo contrario. Este país ha controlado bien los contagios. Su disciplina, la experiencia con la gripe aviar, la cultura de la mascarilla y la cesión de los datos privados a sus aplicaciones han permitido que haya tenido 1.740 muertos en un año. Pero Corea no tiene vacunas suficientes. Su Gobierno decidió sumarse al sistema internacional Covax que ha sufrido interrupciones y postergaciones. La OMS elogió que Corea «a pesar de ser un país de altos ingresos que fácilmente podría permitirse comprar vacunas a través de acuerdos bilaterales», esperara en la cola. Los que no han esperado han sido los coreanos, que han arremetido contra el Gobierno. El asunto ha empeorado con el anuncio de la India, una de las fuentes del sistema Covax, de que restringirá sus exportaciones para favorecer la vacunación interna.
Entre ambos se sitúa la Unión Europea, que ha cometido graves errores con las vacunas que van a lastrar nuestra recuperación. Bruselas ha lanzado acusaciones que no ha probado y perdió autoridad frente a un Reino Unido que hizo de la vacunación la manera de legitimar el Brexit. El gran error europeo ha sido no compartir el riesgo con los laboratorios, comportándose como un cliente lejano, en vez de como un socio fiel, como sí hicieron Trump y Johnson. La cuestión no solo fue de dinero, sino de implicación del liderazgo del país. EE. UU. dispone de una ley de emergencia económica (Defense Production Act de 1950) que la UE no tiene y que permite establecer prioridades para ordenar la producción.
El error de las vacunas es gravísimo. Hay que mirar a los países que van por delante. Chris Whitty, asesor médico del Gobierno británico, dijo la semana pasada que los confinamientos son cosa del pasado y el coronavirus será tratado como una gripe. Eso significa más y nuevas vacunas. El gobernante israelí Netanyahu anunció que las vacunas tienen fecha de caducidad y «necesitaremos millones de dosis más dentro de seis meses». Y aquí estamos discutiendo sobre el uso de mascarillas en la playa. jmuller@abc.es