Montemayor, la vieja Ulia de Julio César y sus dos castillos
▶El municipio tiene dos fortalezas que se levantaron por su condición de plaza de frontera con un rico pasado por investigar y difundir
ESPAÑA es uno de los países con mayor número de castillos del mundo, testimonio de su rica historia medieval, que en lugares como Córdoba fue tanto andalusí como cristiana. Pese a ello, no es frecuente encontrar un municipio en el que existan restos no ya de una sino de dos fortalezas, una singularidad patrimonial que sí ocurre en la histórica localidad cordobesa de Montemayor, heredera de aquella Ulia Fidentia romana que permaneció fiel a Julio César en su guerra civil contra los pompeyanos. Favorece esta circunstancia la confusión, pues se habla de ambos de forma indistinta como el castillo de Montemayor, ya que los dos pertenecieron a esta casa nobiliaria, una de las ramas de los inagotables Fernández de Córdoba. La realidad es sin embargo que no coincidieron en el tiempo en pleno uso y que el actual castillo de Montemayor, el que está en la propia localidad y pertenece al Ducado de Frías, se mandó construir en el siglo XIV debido a que el primero, conocido como el de Dos Hermanas, ya no ofrecía las suficientes garantías defensivas en un momento histórico complicado, con la raya fronteriza del Reino de Granada situada a
Sobre estas líneas, torre del homenaje del Castillo de Montemayor, actualmente en manos del Ducado de Frías, A la derecha de estas líneas y en la imagen superior de la página impar, estado en el que se encuentra el Castillo de Dos Hermanas, que fue abandonado por sus vulnerabilidades estratégicas durante la Reconquista apenas unos kilómetros del emplazamiento.
El origen de ese primer castillo, el de Dos Hermanas, se remonta al periodo andalusí, pues fue construido como alcazaba musulmana en un paraje situado a ocho kilómetros de la actual Montemayor y en dirección a la vecina Espejo. Del edificio, muy deteriorado y que ha estado en la Lista Roja del Patrimonio, se conserva poco, pero los estudios realizados a finales del siglo XX permitieron fijar su dimensión en unos 40 por 40 metros, con una torre del homenaje de 14 de altura. La fortaleza fue conquistada por la avanzada cristiana en los años de Fernando III El Santo y desde ese momento pasó a las manos, como concesión real, del conquistador gallego Fernán Núñez de Témez, noble muy cercano a la corona del que luego procedería la Casa de Córdoba y buena parte de la casas nobiliarias cordobesas. Tras años de gestiones, el Ayuntamiento de Montemayor logró adquirir este paraje, en el que, con respaldo de la Comisión Provincial de Patrimonio, se está afrontando de forma escalonada una intervención integral en todos sus restos, la cual ha permitido también que aparezcan vestigios de la aldea de Dos Hermanas, en la que está el origen urbano de Montemayor.
Las investigaciones al respecto puede que valgan también para resolver otra duda histórica, pues la afirmación tradicional asegura que el castillo nuevo, que el rey Alfonso XI permitió acometer en 1340 a Martín Alfonso Fernández de Córdoba por el mal estado del de Dos Hermanas, se construyó con las piedras de la primera de las fortalezas, algo que ya aseguraba el Abad de Rute, descendiente de los Fernández de Córdoba, en sus escritos. Los estudios más recientes ponen en duda sin embargo dicha afirmación por lo que queda por ver si los datos científicos permiten conocer si realmente eso fue cierto. Del mismo modo, también se asegura que la población del municipio aledaño al castillo se trasladó al nuevo emplazamiento, algo razonable por motivos de seguridad si se tiene en cuenta la situación de frontera en la que había quedado en ese momento Córdoba.
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