ANTONY BLINKEN
remos apoyando a Afganistán a pesar de no tener miles de soldados en el país y seguiremos actuando para asegurarse de que los avances logrados no se desperdician».
El secretario general de la Alianza reconoció que «no ha sido una decisión fácil, tiene muchos riesgos y requiere que sigamos pendientes de Afganistán y en este sentido advertimos a los talibanes de que si atacan responderemos. Pero queremos abrir un nuevo capítulo de nuestras relaciones con el país, hay muchas fórmulas de cooperar con ellos, es el comienzo de una nueva época porque después de 20 años en Afganistán es tiempo de poner fin a nuestra presencia». De momento, la OTAN y sobre todo Estados Unidos seguirán financiando al ejército afganos, pero endrán mucho cuidado con el material militar que transfieren por si pudiera acabar en
«No hay solución militar para los importantes desafíos que tiene que afrontar Afganistán»
«Hemos alcanzado los objetivos que nos habíamos propuesto en Afganistán», dijo ayer en Bruselas el responsable de la diplomacia de Estados Unidos
Stoltenberg y el secretario de Defensa Austin, ayer en Bruselas
«Existe un riesgo alto de que disminuya la capacidad de recolectar información sobre terrorismo una vez que los militares de EE.UU. se vayan de Afganistán», dijo Burns al Comité de Inteligencia del Senado