Nadal vuela en su regreso a la tierra
▶ Después de dos meses de parón, convence en su debut y hoy juega ante Dimitrov
La principal, más allá del resultado, es que se movió sin complicaciones, y no es poca cosa si se tiene en cuenta que de Australia, donde jugó por última vez hace casi ya dos meses (56 días), regresó con problemas lumbares. «Los parones largos de competición los he tenido, pero desde que volví de Australia no me he detenido casi ningún día. Tuve que frenar por la espalda algunas semanas, pero seguí yendo al gimnasio. A estas alturas de mi carrera parar el cuerpo luego cuesta un trabajo tremendo ponerlo en forma. Es por eso que tengo que buscar un equilibrio adecuado y debo hacer las rutinas diarias para que el cuerpo siga estando listo cuando salga a la pista».
Hoy volverá a salir a la central del Montecarlo Country Club para enfrentarse a Grigor Dimitrov, con más nombre que presente, pero una raqueta talentosa y que conoce a la perfección (13-1 en el cara a cara). «Es un buen amigo, una muy buena persona y un gran jugador. Va ser una prueba difícil para mi segundo partido en arcilla y necesito estar preparado para ello», recuerda, siempre precavido. A tenor de lo visto en el debut, que únicamente tuvo la mancha de perder un saque en el segundo set cuando ya mandaba ahí 6-1 y 3-0, el español pinta bien.
Se juega en silencio en el Principado, cosas de la pandemia, y Nadal, que compartió entrenamiento con Medvedev el día antes de que se confirmara el positivo del ruso, reflexionó sobre las vacunas ahora que todo el mundo habla de ello: «Si me dan la opción de vacunarme, cuando me toque la voy a aceptar de buen gusto. Puede haber un pequeño número de personas que tenga efectos secundarios, pero el beneficio es mayor, los efectos del virus son peores».