De los escarceos iniciales a la consolidación definitiva de la muestra
Presentación de la 19ª edición de Cabalcor en las Caballerizas Reales «Córdoba Ecuestre fue una buena idea y Cabalcor fue una buena idea». El alcalde de Córdoba, José María Bellido, resumió así la trayectoria de una organización que cumple un cuarto de siglo y de una actividad ecuestre que va para la vigésima edición. Cabalcor ha sufrido un cambio sustancial a lo largo de su dilatada trayectoria que pasó de los malos tragos iniciales y de las estrecheces constantes de espacio al regreso al monumento madre que
Córdoba Ecuestre ya considera como su casa. Las ediciones originales de la muestra profesional ecuestre se pudieron realizar en las Caballerizas. El edificio se tuvo que abandonar temporalmente por la obligada realización de obras de consolidación del Consistorio. En los primeros años, se celebró en la glorieta de las Tres Culturas en una iniciativa que los directivos de Córdoba Ecuestre juzgan ahora como «kamikaze». Aquel emplazamiento acabó porque la feria tenía unas interferencias brutales con el tráfico. De allí se pasó a un espacio compartido entre la explanada anexa a la Diputación y el Vial Norte, lo que también dio problemas de espacio en la organización de la muestra ecuestre. El regreso a Caballerizas Reales permitió una estabilidad en la realización de la muestra que tiene hoy una infraestructura mucho más potente que en los primeros años de quita y pon. Ayer mismo, en los prolegómenos de la edición, las Caballerizas eran un hervidero de actividad que se compatibiliza con la puesta en marcha del espectáculo nocturno ecuestre.