«No podía estar un día más en Kabul. Demasiados riesgos»

Hace algo más de una semana, llegar a Kabul se había convertido en la única tabla de salvación para todos aquellos colaboradores con las tropas y misiones extranjeras, para alcanzar el aeropuerto y poder salir del país, ahora bajo dominación de los talibanes.

Pero primero el caos por las multitudes que se agolpaban en la terminal, luego el atentado suicida de Daesh que ocasionó la muerte de casi 200 personas y finalmente la retirada completa de las tropas internacionales de la capital afgana han hecho que esas personas que llegaron a Kabul decidan volver a sus hogares, a miles de kilómetros de distancia. «Decidimos abandonar Kabul porque ya nadie puede garantizar nuestra seguridad. Estamos solos», cuenta Ziaurrahman, uno de los colaboradores con la Aecid. «Yo estaba con mi familia en un hotel en Kabul, pero ya no podemos pagar más y además, los talibanes ya están yendo hotel por hotel a por los colaboradores con las tropas extranjeras». Es por eso que han decidido regresar escondidos a su ciudad de origen, cerca de la provincia de Herat, a algo más de 800 kilómetros.

La misma decisión la tomó Abdul con su mujer embarazada de ocho meses. Llegaron a la capital afgana con la esperanza de salir del país pero, ante las dificultades de movimiento por la zona, han decidido volver a casa de un amigo fuera de la provincia de Kabul. «Ahora lo importante es que mi mujer se encuentre bien, esperamos que nos llamen pronto»,pide Abdul.