«Los derechos de emisión de CO han pasado en solo un año de costar 25 euros a más de 60»
El disparado coste de la electricidad no solo está generando un agujero en el bolsillo de los consumidores, sino que también se está comiendo la competitividad de la industria española, que soporta mayores costes energéticos que sus competidores extranjeros.
Es el mensaje que llevan semanas transmitiendo asociaciones como Unesid, la patronal siderúrgica. El director general de la organización, Andrés Barceló, recuerda en declaraciones a ABC que «el sector es el principal consumidor eléctrico del país».
Barceló recuerda que Francia cuenta una tarifa específica para grandes consumidores de electricidad que ofrece a 42 euros el megavatio. «Es una fórmula que en España no existe y nos resta competitividad», destaca. Tal y como explica el presidente de Unesid, el precio medio de la electricidad para las industrias electrointensivas españolas fue en agosto un 28% superior al alemán y un 37% superior al francés.
«El Gobierno ha actuado con una frivolidad enorme respecto a este asunto», explica Barceló. El directivo, no obstante, reconoce que el problema de la factura es «complejo» y «no tiene una solución inmediata».
Pero el incremento de los precios de la electricidad no es el único quebradero de cabeza de la industria, que «también se ve afectadas por el encarecimiento del gas y de los derechos de emisión de CO2». Esta tasa, que pretende penalizar a las empresas contaminantes, «ha pasado de costar 25 euros hace un año a 60 ahora», asegura el director general de Unesid.
Según sus palabras, este repunte se debe a que no solo adquieren estos derechos las empresas que los necesitan. Dado que son considerados un instrumento financiero, también son adquiridos por fondos de inversión y bancos.