Georgina Rodríguez pisa las alfombras rojas sin ser actriz
▶ La pareja de Cristiano Ronaldo llegó ayer al Festival de Venecia. Se ha convertido en el reclamo de moda
Su vida cambió por completo cuando conoció a Cristiano Ronaldo. Georgina Rodríguez, de 27 años, pasó de atender a las famosas -y gentes pudientesen su trabajo de dependienta en Gucci, en la tienda de la madrileña calle Ortega y Gasset, a ser ella la que se ataviase con esos conjuntos carísimos de esa y otras marcas de lujo. Al principio le costó mucho el revuelo mediático que se creó en torno a su relación pero tras más de cinco años junto al jugador portugués está más que curtida y ya se mueve como pez en el agua. Cuenta con 27 millones de seguidores en Instagram, en nada protagonizará su propio programa de telerrealidad en Netflix (al más puro estilo Kardashian) y es portada habitual de muchas revistas.
Se ha convertido además en todo un reclamo para las marcas de lujo, deseosas de que la modelo sea el escaparate de alguno de sus estilismos. Forma parte del elenco habitual que acude a fiestas y festivales de cine. Es la única que no es actriz que se pasea por todas las alfombras rojas importantes del mundo del celuloide. Sin ir más lejos, en estos momentos se encuentra en la 78ª edición de la Mostra de Venecia, donde ya ha despuntado con los dos conjuntos que ha lucido hasta el momento. El primero, un vestido con escote palabra de honor y silueta tubo en azul pastel con una chaqueta cruzada inspirada en el esmoquin clásico en la misma tonalidad, ambas de la colección de la casa de moda italiana Ermanno Scervino; y el segundo, el que lució ayer con cambio de iamgen incluido. A escasos días de su mudanza a Mánchester, la modelo se ha cortado el pelo con mucho acierto. Con ese corte y el traje de chaqueta negro que lució con escote pronunciado y múltiples joyas, no pasó desapercibida precisamente. Rodríguez es una habitual del Festival Internacional de Cine de Venecia desde que se paseó por primera vez en la alfombra roja de 2018, año en el que asistió con un vestido negro de encaje con escote corazón de la firma Twinset.
En julio interrumpió sus vacaciones familiares para acaparar las miradas con su vestido marrón con detalles de cuero y raja en la pierna a lo Angelina Jolie, de Jean Paul Gaultier. Un año antes brilló en el Festival de la Canción de San Remo, donde llegó incluso a bailar un tango ante la atenta mirada de Ronaldo, que se encontraba entre el público asistente. Vaya donde vaya, siempre acapara los titulares y de ahí que las marcas se la rifen.
Rodríguez, en la jornada inaugural de la Mostra esta semana
ESTILISMOS SENSUALES
22.45 Antena 3
Al margen de las tonterías que se puedan decir y escribir sobre lo pertinente de su crítica al sistema heteropatriarcal, lo que consigue aquí Santiago Segura es voltear su ‘universo Torrente’ y descubrir su talento para la comedia blanca (con churretes) y familiar (con retranca) y narrar con ligereza y muchísima gracia las relaciones de padres, madres, hijos y cuñados…, además de la novedad exprimida hasta la lágrima de la relación entre ‘mamis del cole’. Es una comedia para el público y Segura no duda en espolvorearla de detalles, malicias y de algún hilo argumental sobrante y que chisporrotea, como la parte vacacional de la mamá ‘liberada’. El ingenio de Segura encuentra aquí su futuro.