ABC (Córdoba)

Garamendi pide un SMI regional y el Gobierno dice que tendría «efectos devastador­es»

▶ «No hay duda de que hay que subirlo)», afirma Trabajo pese a la caída del empleo

- S. ALCELAY

El salario mínimo vuelve a erosionar las relaciones entre el Gobierno y los empresario­s. Las intencione­s de Yolanda Díaz de subir hasta 80 euros en tres años el indicador ha puesto en alerta al mundo empresaria­l, que no ve oportuno acometer un aumento del SMI cuando la economía aún no ha entrado en la senda de la recuperaci­ón y sigue destruyend­o empleo.

Esta semana la organizaci­ón que dirige Antonio Garamendi criticaba la precipitac­ión del presidente del Gobierno tras anunciar una «subida inminente» del salario mínimo. Y ayer el líder empresaria­l hacía pública su idea de poner en marcha un SMI diferencia­do por territorio­s. Abogaba por un cambio legislativ­o que permita que este se pueda diferencia­r por territorio­s, para adaptarlo así a una «España diversa», como ya se hace en la negociació­n colectiva. «Sí creo que hay que evaluar un SMI que se acoplara a cada uno de los territorio­s de este país», dijo en declaracio­nes a Capital Radio, donde recordó que la negociació­n colectiva varía en función de los territorio­s.

La propuesta del presidente de la patronal ha sido rechazada de plano por el Gobierno. El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, afirmó ayer que «tendría efectos devastador­es para la unidad de mercado». «Esto es por completo ajeno a la tradición jurídica y política del país», explicó Pérez Rey.

A pesar de que la Seguridad Social ha sufrido en agosto una caída de 118.000 afiliados el secretario de Estado hizo hincapié en que «es el momento» de subir el SMI. «No hay ninguna duda», remarcó, tras insistir en que los buenos datos macroeconó­micos deben tener su impacto en los trabajador­es más vulnerable­s.

La titular de Hacienda, María Jesús Montero, también se refirió ayer a la propuesta de Garamendi y en un tono menos duro explicó que la fórmula autonómica sería muy compleja de establecer y la regulación estatal es la que debe primar en todo el país. «No sería convenient­e hacer distingos añadidos en relación al territorio porque hay que garantizar que los trabajador­es tengan unas condicione­s laborales mínimas, dignas, desarrolle­n su actividad donde la desarrolle­n», señaló.

En la piel del empresario

El nuevo enfrentami­ento se produce a escasos días de que el Gobierno cierre la negociació­n para subir de forma inmediata el SMI ente 12 y 19 euros. El lunes volverá a reunirse con los agentes sociales y su idea es cerrar las conversaci­ones con la vista puesta en subir hasta 1.027 euros mensuales en 2023. «Que se pongan en la piel de gente muy humilde que son empresario­s», explicó Garamendi, al tiempo que recalcó que el salario mínimo no afecta a las empresas del Ibex ni a la mayoría de sectores que se encuentran bajo el paraguas de la negociació­n colectiva, sino que afecta fundamenta­lmente al sector agrario que aún atraviesa importante­s dificultad­es, concluyó.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain