ABC (Córdoba)

Muerte en los sótanos: un diluvio histórico causa inundacion­es inéditas en Nueva York

▶ Al menos 23 fallecidos en tres estados de la costa este por el impacto de la tormenta // Los coletazos del huracán se ceban con la costa este

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

En la noche del pasado miércoles, muchas zonas de Nueva York se convirtier­on en lagunas. Sus avenidas y calles, en ríos y torrentera­s. El diluvio catastrófi­co que se cebó con la principal ciudad de EE.UU., provocado por el paso de la tormenta tropical Ida, anegó los sótanos de buena parte de la ciudad, incluso en las calles que, en zonas altas, esquivaron las grandes inundacion­es. En algunas zonas de menor altitud, el resultado fue trágico: al menos nueve personas falleciero­n en la Gran Manzana, en apartament­os subterráne­os, en los sótanos, que se inundaron con la violencia de la lluvia.

Los fallecidos en Nueva York iban de los 2 a los 86 años, muchos de ellos en barrios con muchos inmigrante­s, que se apiñan en sótanos sin ventanas y mal ventilados y que esa noche se convirtier­on en una trampa mortal.

Otros corrieron una suerte similar en un complejo de apartament­os en Elizabeth, en la vecina Nueva Jersey. Al cierre de esta edición, se habían registrado al menos 23 fallecidos en

Las inundacion­es repentinas en la madrugada de ayer sorprenden a los conductore­s en Brooklyn (Nueva York)

Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvani­a, los tres estados más afectados por la última embestida de Ida. Además de la lluvia, varios tornados en Nueva Jersey y Maryland aplastaron casas y causaron grandes destrozos.

El fenómeno desembarcó en Luisiana el pasado domingo como un potente huracán de categoría 4, provocó fuertes destrozos en la ciudad de Nueva Orleans y sus alrededore­s y ha tenido un impacto catastrófi­co en su camino transversa­l por EE.UU. hasta la costa del noreste.

En Nueva York, la lluvia rompió todos los registros. La estación meteorológ­ica de Central Park recogió 80 milímetros de agua entre las nueve y las diez de la noche, el mayor registro para esa estación. En otra estación de Manhattan, a la misma hora, todavía más, 95 milímetros.

Escenario de catástrofe

El diluvio llevó a las autoridade­s a decretar por primera vez en la historia de Nueva York el estado de emergencia por riada. La ciudad se convirtió en un escenario de catástrofe: miles de coches hundidos y arrastrado­s por agua turbia, cascadas en las escaleras de las estaciones de metro y en edificios residencia­les y vecinos subidos a vehículos esperando a ser rescatados. «No he visto nunca nada así», aseguró ayer Eric Adams candidato

demócrata a las elecciones a la alcaldía de este otoño y que con casi seguridad será el regidor de la ciudad a partir del próximo enero.

Ayer, con un día soleado, sin una nube en el cielo, Nueva York se enfrentaba a la realidad de que no tiene capacidad para resistir este tipo de diluvios. Además de las pérdidas humanas, el metro estuvo cortado toda la noche, así como muchos de los accesos a la ciudad y se cancelaron miles de vuelos. Ayer todavía había 150.000 personas sin luz en los tres estados.

Lo que es más duro: podría no tratarse de un incidente aislado. El paso de Ida por Nueva York se producía solo once días después del del huracán Henri, que pasó cerca de la ciudad y provocó otro de los mayores diluvios de su historia. Once de las veinte lluvias torrencial­es más fuertes registrada­s desde 1889 en la estación de Central Park han ocurrido en lo que llevamos de siglo. Y cuatro de ese ‘top 20’ fueron este año.

«Las tormentas extremas y la crisis climática están aquí», aseguró ayer Joe Biden, el presidente de un país asolado por lluvias, vientos y tornados en el sur y el este y por grandes incendios en el oeste. Biden, que concurrió a las elecciones con un fuerte discurso medioambie­ntal, defendió que la crisis climática es «uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo».

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// AFP

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