ABC (Córdoba)

La defensa multiplica sus pecados de la Eurocopa

- JAVIER ASPRÓN

La falta de contundenc­ia defensiva fue una de las grandes tachas de España en la Eurocopa. Acostumbra­da a atacar el noventa por ciento del tiempo y a jugar siempre en campo contrario, los errores de la zaga chirriaron casi por encima de cualquier otra cosa en el torneo continenta­l. Por unas razones u otras, Luis Enrique decidió cambiar para este regreso posvacacio­nal a dos de sus cuatro centrales y, a simple vista, dotarla de un aspecto más feroz con Albiol e Íñigo Martínez. Sin embargo, al Friends Arena de Solna, al partido en teoría más importante de los tres de esta semana, saltaron de inicio los dos que sí estuvieron en la Eurocopa y contra quienes más se cargaron las tintas: Laporte y Eric García. Con los mismos nombres siguieron las mismas dudas y se cometieron los mismos pecados, con el agravante de que el principio de temporada y la falta de tono físico aumentaron la factura. España volvió a ser un flan atrás y habrá que calibrar el coste, porque puede ser inmenso. El selecciona­dor, por cierto, acertó con todos sus miedos respecto a los peligros de los partidos de septiembre.

Suecia, que expuso lo justo en el debut de la Eurocopa, fue esta vez bastante más agresiva y multiplicó por cien su peligro ofensivo, crecida al comprobar que cada vez que robaba el balón en el centro del campo sus rivales quedaban al borde del desmayo. En junio, en La Cartuja, lo fió todo al acierto de Isak. Y sí, el delantero de la Real volvió a ser el más destacado. Pero esta vez estuvo mucho mejor acompañado por Kulusevski, joven talento de la Juventus con planta descomunal, y Forsberg, un extremo veloz con querencia al regate y a provocar dolores de cabeza. Entre los tres empequeñec­ieron a Eric y Laporte, a quienes tampoco beneficiar­on las muchas pérdidas de los centrocamp­istas españoles.

Siendo lo más grave, no solo las contras de Suecia resultaron un drama. A balón parado tampoco mejoraba la cosa, al punto que solo Morata daba la talla, nunca mejor dicho, contra los jugadores nórdicos. Solo al final del choque, ya con España volcada en busca del empate, los dos centrales tiraron de orgullo y ofrecieron su mejor versión. Eso sí, con Isak y Kulusevski pidiendo a gritos el cambio tras la soberana paliza que se dieron. Pese al mal tono defensivo, todos los cambios de Luis Enrique fueron de medio campo hacia arriba.

Eric y Laporte, los centrales que sí estuvieron en el torneo continenta­l, fueron de nuevo titulares en el regreso tras el verano

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