Supermán somete al coloso
▶El escalador colombiano del Movistar conquista otra etapa reina en el imponente estreno del Gamoniteiro
Miguel Ángel López entra vencedor en la cima del Gamoniteiro
Un hombre solo aparece entre la niebla, frío intenso, las nubes envolviendo como un manto esponjoso la sierra del Aramo. La épica del ciclismo, su aura de deporte ancestral, auténtico, entroniza a Miguel Ángel López, Supermán de nombre artístico. El Gamoniteiro levanta el telón y se muestra majestuoso, imponente la subida al puerto asturiano en sus últimos seis kilómetros. Una lengua de alquitrán rugoso y oscilante recibe al pelotón de la Vuelta, tremendos los desniveles, tan estrecho que hechiza, la visión del paisaje de la montaña en su inmensidad, la conciencia de un puerto de calidad superior, punto de partida de otras muchas veces. Un escalador de carácter estrena este coloso en una confluencia mágica que procura una tarde feliz al Movistar, no desordena la general y cierra la alta montaña. David de la Cruz buscó ese destello que iluminase al maltrecho ciclismo español, pero la realidad debe imponerse. Supermán López, vencedor de etapas reinas en la Vuelta y el Tour, posee más enjundia como rematador.
La colonia colombiana en la Vuelta se hace preguntas sobre la solvencia del Movistar. Cuestiona su cautela táctica, su aparente falta de arrojo según los días, ese poso de estoicismo y sedimento de maratoniano que caracteriza al equipo de Eusebio Unzué. Los que analizan comportamientos modernos no conocen la historia de esta escuadra, vigente desde hace 42 años, primero con José Miguel Echávarri y siempre con Unzué, la tropa más longeva del ciclismo. La actitud del Banesto, antes Reynolds, y luego diversas denominaciones hasta llegar a Movistar, ha sido con frecuencia el mismo. Una lenta maduración, la observación analítica sin precipitaciones, la prudencia antes que el impulso, el trasvase de poderes sin traumas a ser posible y en escalonada transición. Un equipo al viejo estilo que contrasta con los nuevos tiempos, según los cuales la tecnología, los potenciómetros y el análisis rápido de los datos han sustituido la experiencia en primera persona que antes acometía un ciclista en el pelotón.
Frutos a la larga
Movistar se movió con miedo táctico y exceso de contemplación en el tránsito hacia los Lagos de Covadonga, sin mimetizar la situación de líderes contra líderes, Roglic y Bernal atacando en primera persona a Enric Mas y Supermán, que trabajaron guarecidos del viento. Como casi siempre, el Movistar recoge frutos a la larga. En los Lagos no aguantó Bernal, en el Gamoniteiro ganó Miguel Ángel López.
Es un equipo que emplea la vieja fórmula del ‘quien resiste, gana’. Y a ello se dedica. El grupo que dirige Chente García Acosta se maneja desde ayer con tres gregarios para dos líderes, solo cinco corredores después de los abandonos de Alejandro Valverde, Johan Jacobs y Carlos Verona.
Dos de los supervivientes, Erviti y
Oliveira, exprimieron sus gemelos en el trayecto por las cuencas mineras asturianas, ese bucle en torno a Pola de Lena y Mieres que entrega con frecuencia etapas maravillosas de ciclismo. En el primer tramo de la subida al Gamoniteiro, apretó el paso Rojas en espera de amortiguar la ambición de Storer, el australiano que ha ganado dos etapas, y De la Cruz, punta de lanza del Emirates, que soñó en la niebla con la primera victoria española en la Vuelta.
No lo consigue porque él no es un escalador y el Movistar ha movido todas las costuras para el derrote de López. «Lo hago con berraquera, ganas, amor por mi esposa y mi hijo. Agradecido al enorme trabajo de mis compañeros; a pesar de que solo somos cinco, y lamentando las bajas de Carlos, Alejandro y Jacobs», cuenta el colombiano, un tipo decidido que a primera vista no mezcla con el espíritu precavido del Movistar.
Pero el latigazo de Supermán es contundente en el asfalto desgastado, decolorado, chisposo para el ciclismo. A Roglic no le interesa López, sino la rueda de Egan Bernal –ganador del Tour y del Giro, cuya figura crece en la tercera semana– y la de Enric Mas, quien dice haberse quedado con las ganas de atacar. «Pero primero respeto al equipo», se justifica.
Supermán atrapa a De la Cruz, desafía a los porcentajes del Gamoniteiro, vence al desamparo de la niebla, cruza la montaña entre banderas de su país y somete a un puerto de dimensión gigantesca. La Vuelta está sentenciada, salvo caída de Roglic que nadie quiere. Pero hoy es el día del Movistar. «Esto no es solo hablar y criticar. Hoy dimos un bonito espectáculo y nos vamos a casa con esta bonita victoria», concluye el vencedor.
López: «Esta victoria significa mucho para el equipo, por lo que hay detrás, el personal, el patrocinador, Eusebio...»
1. M. A. López (Movistar) 4h.41m:21s
2. P. Roglic (Jumbo) +14s
3. Enric Mas (Movistar) + 20s
4. E. Bernal (Ineos) +22s
5. J. Haig (Bahréin) + 58s
1. P. Roglic (Jumbo) 73h.24m:25s
2. Enric Mas (Movistar) + 2:30
3. M. A. López (Movistar) + 2:53
4. J. Haig (Bahréin) + 4:36
5. E. Bernal (Ineos) + 4:43
Etapa 19 0
a París 2024, pero ahí está esa cifra, 27. Tenía seguro alcanzar alguna medalla más en Japón si el hombro hubiera estado en condiciones, o en unas mejores por lo menos. Pero se torció todo en mayo y el plan de alcanzar su sueño de las 28 medallas de Michael Phelps solo se alarga un poco más.
Subir el listón
Es un reto y una ambición, de lo que se alimenta la nadadora desde que con 19 años se quedara sin movilidad en las piernas. Aunque al principio no le gustara nada la piscina, encontró un medio en el que se sentía liviana y en el que empezó a sembrar éxitos en cada carrera. Tiene a Phelps a una sola, pero quién sabe si podría subir el listón.
La ciclista Sarah Storey sí ha logrado esa cifra de 28 en Tokio. La británica, que nació sin funcionalidad en la mano izquierda debido a que el cordón umbilical se quedó enredado en ese brazo durante la gestación, debutó en Barcelona 92, con 14 años, como nadadora. En la piscina logró 5 oros, 8 platas y 3 bronces, en la cita española, Atlanta 96, Sídney 2000 y Atenas 2004. Se cambió a la bicicleta para Pekín 2008, y sobre ruedas ha conquistado el oro en todas las pruebas disputadas, 17, récord en su país.
En Tokio 2020 también esperaba alcanzar a Phelps el brasileño Daniel Días, pero se ha quedado en 27 y ya confirmó que no iría a París. Por delante en la historia aún están las 30 medallas que logró el tirador sueco Jonas Jacobsson en diez Juegos o las 55 de la nadadora Trischa Zorn. Perales avisa: «Nos vemos en París».