Las procesiones vuelven por calles anchas y menos recorrido
▶Un decreto municipal establecerá las condiciones en las que se podrá realizar el culto público en nivel 2 ▶La prohibición de costaleros se podrá actualizar mes a mes o si cambia la situación de alerta de la pandemia
EL Ayuntamiento de Córdoba, la Agrupación de Cofradías y la Delegación de Salud de la Junta elaboraron ayer el primer protocolo conocido en Andalucía para que las procesiones religiosas vuelvan a las calles. Ocurrió haciendo lo que hacen los políticos: política. Es decir, la administración de la ciudad, según su etimología griega. Las hermandades habían protestado de que nadie contestaba a sus solicitudes, que no existía un criterio consolidado sobre qué se puede hacer y cómo y qué no se puede hacer y por qué. Ocurría mientras el resto de las cosas de la ciudad volvían a su ser, desde competiciones deportivas hasta manifestaciones por los derechos de la mujer afgana. Ayer concluyó el debate sobre lo que es la práctica de un derecho constitucional, el de la libertad de culto.
El regreso de las procesiones a las calles será «prudente y gradual», según dijo expresamente el Ayuntamiento de Córdoba en un mensaje directo a las hermandades: no se trata de recuperar el tiempo perdido con decenas de desfiles procesionales. El texto será dinámico para adaptarlo a la situación sanitaria de forma que, si mejora, irán desapareciendo progresivamente las prescripciones. El acuerdo se revisará mes a mes para realizar esa adaptación. Un cambio de nivel de alerta sanitaria implica su reforma inmediata. Los pasos atrás en materia epidemiológica, se entiende, pueden llevar directamente a una nueva prohibición de actos públicos.
La prohibición de costaleros será temporal, explica el Ayuntamiento. Se entiende que no es el momento de autorizar a decenas de personas en un lugar angosto donde, por defición, no es posible una buena ventilación. En una primera fase, no se podrán usar pasos pero sí parihuelas o andas de menor tamaño que permitan que las personas que porten la imagen tengan una separación. La medida podría revisarse en el futuro si existe una mejora de la situación sanitaria. Las bandas de música podrán participar en los desfiles pero con la normativa que emitió la Junta en esta materia. Salud aprobó un protocolo bastante extenso que regula los ensayos y actuaciones de unas agrupaciones musicales donde los intrumentos de viento son muy numerosos.
El protocolo de las procesiones, que se sustanciará en un decreto del alcalde en fase de redacción, explica que se alterarán los diseños de recorridos para no pasar por calles angostas, como ya habían propuesto algunas hermandades. Se entiende que esa es una manera de evitar la creación de aglomeraciones. Las cofradías pretendían evitar estos problemas, además, con voluntarios para la organización del cortejo. Se ha previsto, también, que los recorridos serán más cortos de lo habitual para evitar problemas.
Las mascarillas y la distancia social serán obligatorias. Tanto los organizadores como los participantes en este tipo de actos deberán tener siempre la prudencia que la situación actual exige, cumpliendo también estrictamente la normativa sanitaria que este en vigor y las medidas de prevención establecidas cuando se realice un acto de culto público externo; no debiendo asistir quien se encuentre en aislamiento, cuarentena o síntomas compatibles con la Covid.
El acuerdo final no hace referencia a la exigencia del certificado vacunal completo para participar o la presentación de pruebas PCR negativas tal y como se hizo en el operativo de la Vuelta a España. Una hermandad, al menos, había propuesto al Ayuntamiento
Reunión del alcalde con las cofradías
El documento no hace referencia al pasaporte Covid que sí aparece en los planes sanitarios de las cofradías solicitantes
pedir el certificado para determinadas personas que componen el cortejo con el objetivo de despejar dudas. También se había mostrado dispuesta a requerir pruebas PCR negativas en las últimas 24 horas a los hermanos que fuesen a portar el paso. La realidad es que las cofradías, como entidades civiles tienen perfecto derecho a organizarse como les parezca oportuno. El fallo reciente de los tribunales sobre el pasaporte Covid hace muy complicado que este tipo de prescripciones aparezcan en un decreto firmado por el alcalde de Córdoba.
El desarrollo de las negociaciones de Córdoba ha tenido la asistencia directa del equipo del consejero de Salud, Jesús Aguirre. Y no ha sido por su sentimiento cofrade. Obispos como el de Jaén están levantando la prohibición diocesana de realizar actos de culto público que llegaron a dictarse en la diócesis de Córdoba. El protocolo firmado en la ciudad va a ser el que se exporte a otros municipios de la provincia que están en la misma casuística o incluso con convocatorias de mucho más impacto. Es el caso de Puente Genil donde lo que está flotando en el ambiente es la celebración de una magna extraordinaria para finales del próximo mes de octubre si hay permiso de la autoridad.