ABC (Córdoba)

Un estilo inflexible que deja demasiado expuestos a los defensas

▶ Los riesgos que asume España pasan factura cuando los jugadores no tienen su mejor día

- JAVIER ASPRÓN

Busquets y Laporte intentan defender a Forsberg durante el Suecia-España en Solna

Con un evidente desasosieg­o, Luis Enrique intentaba encontrar razones a la debacle en el Friends Arena de Solna. «Tengo que ver de nuevo el partido», explicó en una rueda de prensa que alargó lo mínimo imprescind­ible. Mientras hablaba trataba aún de digerir una derrota agria en la que llegó a ver sobrepasad­o a su equipo, incapaz de hacer frente a los rápidos contragolp­es de su rival. «Nos han hecho más transicion­es en este partido que en los últimos diez», resumía sin esconder su frustració­n.

La defensa de España, criticada ya con fuerza en el pasado torneo continenta­l (solo se dejó la portería a cero en dos de los seis partidos), continúa haciendo aguas. Luis Enrique no consigue dar con la tecla para encauzar una línea demasiado expuesta y con inquilinos que no gozan, precisamen­te, con el cariño de los aficionado­s, nostálgico­s aún de la jerarquía de los Ramos, Piqué, Puyol... En pleno septiembre, con el tono físico aún a medias y perjudicad­os por el mal partido de sus centrocamp­istas, se vio la peor versión de Eric García y Aymeric Laporte. «Se ha cargado mucho las tintas contra ellos, pero hay que tener en cuenta que se perdieron balones en sitios que son muy difíciles de defender», analiza Paco Jémez para ABC. «Más allá de que los dos centrales no estuvieran acertados, los centrocamp­istas no pueden perder tantos balones cuando estás dando salida al balón. Se falló demasiado en situacione­s en las que los laterales ya estaban muy adelantado­s, y cualquier pérdida ahí es letal. Hoy en día todos los equipos tienen delanteros rápidos, y la jugada que les queda para generar peligro es sencilla».

España se ha acostumbra­do a controlar de manera abusiva el balón durante los partidos, pero también a vivir

en un continuo sobresalto cuando el rival consigue robarlo. Normalment­e Luis Enrique asume ese riesgo como consecuenc­ia natural de su vocación ofensiva, por lo que tampoco es algo en lo que se empeñe en poner remedio. «En el fútbol hay que saber hacer de todo», continúa Jémez. «No se trata de cambiar el estilo, pero cuando ves que estás perdiendo demasiados duelos igual sí conviene dar un pelotazo de vez en cuando o dar salida al balón por las bandas en lugar de por el centro».

De la misma opinión es Carlos Cuéllar: «El objetivo de un entrenador no debe ser morir con sus ideas, sino interpreta­r los partidos y saber cuándo cambiar la dinámica. Si ves que estás perdiendo el balón demasiado cerca no pasa nada por cambiar cuatro cosas para intentar solucionar­lo».

Más de un gol por partido

Los cinco goles en contra en los cuatro partidos de clasificac­ión para el Mundial marcan un hito para España, que nunca había tenido un promedio de más de un gol en contra por partido en una ronda de este tipo. Nunca una zaga española había encajado con tanta facilidad. «Para mí un buen central, para serlo, debe ir bien por alto y ser agresivo, pero cada entrenador tiene sus gustos», explica Jémez. «A Eric García no le puedes pedir que sea contundent­e ni que rechace todos los saques de esquina porque no es ese tipo de jugador. Pero en cambio tendrá otras virtudes que a Luis Enrique le convencen».

«Parece una obviedad, pero antes la primera misión de un defensa era defender bien», concluye Cuéllar. «Pero ahora para jugar en la selección los centrales están obligados a sacar el balón jugado y a asumir unos riesgos que a veces pasan factura».

 ?? // EFE ??
// EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain