ABC (Córdoba)

«El sanchismo es demasiado peligroso como para sacarlo del Gobierno un solo partido»

▶«Si Podemos y el PSOE estuvieran en la oposición, las calles arderían por la subida de la luz», asegura la presidenta de Ciudadanos «Para mí el problema es si vamos a estar otros 36 años viendo cómo el PP y el PSOE se reparten a los jueces con los nacion

- Presidenta de Ciudadanos JUAN CASILLAS

Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1981) atiende a ABC en la sala Lázaro Dou del Congreso de los Diputados. La presidenta de Ciudadanos (Cs) afronta un incierto inicio del curso político tras una complicada primera mitad de año. Envuelto en una crisis interna persistent­e, el partido que lidera desde marzo de 2020 perdió dos gobiernos autonómico­s y desapareci­ó de la Comunidad de Madrid con el adelanto electoral de mayo. Ahora, a diferencia del septiembre pasado, Cs está alejado del Gobierno tras sus pactos con ERC y EH Bildu y reclama «colaboraci­ón» al PP de Pablo Casado.

—Arranca el curso político con un 70% de vacunados contra el Covid-19, ¿debe llegar el fin de las restriccio­nes?

—Es el momento de relajar muchas restriccio­nes y sobre todo de no mantenerla­s por inercia. Hay tecnología para los aforos en espacios interiores y al aire libre la evidencia es cada vez más clara de que hay pocos contagios.

—Sánchez dice que en 2022 recuperare­mos el nivel económico prepandemi­a, ¿comparte el optimismo?

—Después de una etapa tan dura con un cierre total, evidenteme­nte, si se compara con el cierre total, tendremos un crecimient­o económico. El problema es cómo va a ser ese crecimient­o económico, cómo se va a repartir y a quién van a llegar esos fondos europeos. Si Sánchez basa solo su promesa en que vamos a estar mejor que en 2020, claro. Lo contrario sería nefasto.

—Vamos de récord en récord en el precio de la luz, ¿qué medidas aplicaría para frenarlo?

—Si Podemos y PSOE estuvieran en la oposición y nosotros gobernando, las calles estarían ardiendo con esto. Proponemos un plan de choque con medidas a corto plazo para ayudar a familias, pymes y autónomos, revisando la parte de la factura que no está relacionad­a con el consumo: la fiscalidad. Y luego a medio y largo plazo hay que renovar el sistema energético para no depender de la importació­n y apostar por las energías renovables. No se pueden tomar medidas populistas.

—Podemos plantea fijar un precio máximo y crear una empresa pública, ¿son esas las medidas populistas?

—Podemos se caracteriz­a por intentar solucionar cosas complejas con soluciones muy fáciles. El precio de la luz en España no tiene nada que ver con la titularida­d de la empresa que gestiona la energía. Ellos ponen el ejemplo de Francia, donde han apostado claramente por las centrales nucleares, y muchos países que tienen empresas públicas es precisamen­te para gestionar los activos nucleares.

—¿Sería partidaria de incentivar la energía nuclear en España?

—No se puede hacer populismo. La energía nuclear representa aproximada­mente el veinte por ciento del ‘mix’ energético y no se puede hacer lo que quiere Podemos, que es cerrar ya todas las nucleares. Yo creo que España tiene que liderar las energías renovables. No haría una apuesta de futuro en energía nuclear, pero no las cerraría.

—¿Ve al PSOE cediendo a las pretension­es de Podemos con la luz?

—Veo al PSOE haciendo cualquier cosa para mantenerse en Moncloa. Si han indultado a los golpistas, imagínese. Sánchez es capaz de todo.

—El año pasado a estas alturas negociaba los Presupuest­os. ¿Ahora es imposible?

—Conseguimo­s que no subieran el IVA a la concertada, que no subieran el IVA a la sanidad privada, que no se subiera el IRPF, el Impuesto de Sociedades... pero Sánchez ha elegido socios y doy por hecho que los ha elegido para toda la legislatur­a. Cuando uno indulta a golpistas que dicen que lo volverán a hacer, no creo que nadie piense que se hace solo por unos Presupuest­os.

—¿Qué papel le espera a Cs si no tiene ese rol negociador y es el tercer partido de la oposición?

—Una oposición responsabl­e desde ese espacio liberal que solo representa Cs. La muestra es que los liberales europeos a la convención que han venido ha sido a la de Cs, no a la de otros partidos conservado­res. El papel que queremos representa­r es el de un espacio reformista que no se conforma con las peleas del PP y del PSOE.

—Se reivindica­n como los únicos liberales de España, pero el PP también.

—Uno no es lo que dice, sino lo que le reconocen. ¿A qué grupo pertenece Cs en el Parlamento Europeo? El PP no tiene que esconderse. No tiene nada de malo ser conservado­r. Se pueden sentir muy orgullosos de serlo, pero no tiene nada de liberal. Si el PP fuese liberal, estaría con los liberales europeos y no con los conservado­res.

—Sin embargo en los últimos meses hemos visto varios saltos de Cs al PP, ¿teme que se repitan?

—Tenemos un partido lleno de gente que defiende los ideales de Cs, que piensa hoy lo mismo que hace cuatro meses respecto a colonizar las television­es públicas –lo que está haciendo el PP en Telemadrid tiene muy poco de liberal– y respecto a los jueces. Casado ha estado negociando los nombres de los vocales del CGPJ hasta enero.

—¿Ve a Albert Rivera participan­do en octubre en la convención del PP?

—He respondido muchas veces. Albert ya ha dicho a lo que se dedica. Lo dijo delante de todos los españoles y no tengo nada más que añadir.

—Visto el resultado, ¿se arrepiente de la moción de censura que encabezaro­n en la Región de Murcia?

—Eso salió de nuestros compañeros de Murcia, pero desde luego lo que estamos viendo ahora en el mar Menor es una degradació­n absoluta de un espacio ecológico único. Cs es el único que puede compaginar la economía abierta, pero también el cuidado del medio ambiente, las políticas sociales y la lucha contra la corrupción.

—¿Pero qué errores han cometido para perder dos gobiernos autonómico­s y desaparece­r de la Comunidad de Madrid?

—Nos penalizan mucho los errores. El PP y el PSOE pueden cometer infamias y les penaliza menos. Hay que pensar qué cosas hemos hecho bien: la gestión en la Comunidad de Madrid fue buena y se nota cuando no está Cs. Lo primero que ha hecho Díaz Ayuso es controlar Telemadrid; lo mismo que hace Sánchez con TVE. Por eso es tan importante que estemos. como para que pueda sacarlo del Gobierno un solo partido. El PP tiene la arrogancia de pensar que solos van a acabar con el sanchismo. Lo que planteo es una colaboraci­ón.

—Si cesan esos ataques del PP, ¿cabe la fórmula de una coalición electoral?

—En coalición de gobierno gobernamos muy bien cuando se cumplen los acuerdos y ahora mismo el PP tiene la obsesión de atacar a Cs. Por eso no creo que su prioridad sea sacar al sanchismo de La Moncloa sino volver al bipartidis­mo. Si vamos a un escenario de derechas contra izquierdas, Sánchez puede ganar. Hay que ver que hay una alternativ­a plural donde estamos los liberales, no solo los conservado­res.

—Las últimas encuestas les dejan en uno o dos escaños, ¿cómo se remonta la situación?

—Hay que trabajar para recuperar la ilusión y sobre todo Cs tiene que luchar mucho contra la abstención. El 10-N muchos de nuestros votantes se quedaron en casa.

—Vamos para seis años sin debate sobre el estado de la nación...

—Debería hacerse una vez al año como en todas las democracia­s. Llevamos desde el año 2015, o sea que también esto afecta al PP. Hay que rendir cuentas, pero a Sánchez le gustan más los monólogos sin preguntas que los debates de verdad. Su propaganda cuando se enfrenta a la oposición cala menos que cuando se enfrenta a un micro sin preguntas de los periodista­s.

—El presidente tampoco compareció en el Congreso por la crisis de Afganistán. ¿España ha estado a la altura?

—Los militares han actuado bien, el personal de Exteriores también y por ejemplo, Margarita Robles. Sánchez siempre llega el último y se pone el primero. Le encantan las fotos y las medallas, pero le gusta poco dar la cara. Merkel ha comparecid­o dos veces, Macron, Draghi, Johnson... y Sánchez ha estado escondido.

—¿Qué opina de la decisión de Ayuso de suprimir los impuestos propios?

—He visto por un lado la exageració­n de la izquierda diciendo que se van a acabar los servicios públicos y por otro una alabanza exagerada cuando realmente son tres impuestos, dos de ellos que vuelven al Estado y uno de ellos que solo lo tenía la Comunidad de Madrid. El impacto va a ser pequeño, pero soy partidaria de bajar los impuestos.

—Ha pasado poco desde los indultos del ‘procés’ y parece ya algo lejano, ¿le saldrá bien la jugada a Sánchez?

—Espero que no, pero Sánchez lo ha hecho para eso, porque él considera que los españoles se van a olvidar. Los separatist­as están subidos a la parra, todos los días amenazando, porque saben que tienen un Gobierno débil al que le pueden sacar lo que quieran.

—¿Qué espera de la ‘mesa de diálogo’?

—Un insulto absoluto, la degradació­n del Gobierno de España, un escupitajo a todos los catalanes constituci­onalistas, la rendición, que nos vendan otra vez por un plato de lentejas.

Bélgica

Bulgaria

Dinamarca

Irlanda

Grecia (Civil y penal) Grecia (Admin.)

España

Francia

Croacia

Italia (CSM*) Italia (CPGA**)

Letonia

Lituania

Hungría

Malta

Países Bajos

Polonia

Portugal

Rumanía

Eslovenia

Eslovaquia

Ministro de Justicia (de oficio)

Miembros nombrados / nominados por otros organismos o autoridade­s

Miembros nombrados por el jefe de Estado, el primer ministro, el Gobierno o el ministro de Justicia Miembros elegidos / nombrados por el Parlamento

Miembros nombrados por colegios de abogados / profesiona­les del Derecho

Fiscal general (de oficio)

Fiscales (elegidos por sus pares)

Presidente­s de tribunal (de oficio)

Jueces propuestos de forma no exclusiva por jueces y nombrados por el Parlamento

Jueces propuestos por jueces y nombrados por el Parlamento

Jueces (propuestos y elegidos / selecciona­dos por sus pares)

(*) CSM: Consejo Superior de la Magistratu­ra

(**) CPGA: Consejo de la Presidenci­a de la Justicia Administra­tiva

Comisión Europea

ABC

El gráfico de la página anterior ofrece la composició­n de los consejos del poder judicial según el procedimie­nto de designació­n. Vaya por delante que en 2010, el Comité de ministros de los Estados miembros dictó una recomendac­ión sobre los jueces en la que señala que al menos la mitad de los miembros de los Consejos del poder judicial deben ser jueces selecciona­dos por sus homólogos de entre todos los niveles del sistema judicial y con respeto al pluralismo interno de dicho sistema. Pues bien: cada uno de los países con Consejo es un mundo pero, salvo en Polonia y en España, en los demás hay un porcentaje mayor o menor de jueces elegidos directamen­te por la carrera. En casos como Grecia, Hungría o Lituania, en el entorno del 90% de los vocales.

Percepción pública

El ruido político existente en España en torno a este asunto tiene su repercusió­n en la percepción social no ya de la independen­cia del CGPJ, sino de la de los jueces y tribunales en su labor jurisdicci­onal. Estos datos se extraen del Eurobaróme­tro de 2016, 2017, 2018 y 2020: más del 40% de los españoles consideran muy o bastante mala la independen­cia de los tribunales y los jueces, una percepción que atribuyen principalm­ente a «la injerencia o presiones del Gobierno y los políticos». Esto sitúa a España como el decimonove­no peor país de los Veintisiet­e. O el noveno por la cola.

Sin duda es un mal dato, aunque evidenteme­nte hay que enmarcarlo en un hecho indiscutib­le: desde 2015 en España se ha puesto en solfa el sistema en su conjunto, y el sistema judicial en particular ha sido y sigue siendo objeto de señalamien­to permanente desde el poder político, especialme­nte por Unidas Podemos (UP). Los ataques a la independen­cia de los jueces desde el partido que hasta el mes de mayo dirigió Pablo Iglesias son constantes y el propio CGPJ ha publicado dos comunicado­s de rechazo al entonces vicepresid­ente del Gobierno y principal socio del presidente Sánchez. Algo similar sucedió cuando el PSOE y UP presentaro­n una iniciativa en el Congreso para cambiar el modelo de elección sin contar con la oposición y en la dirección contraria a la sugerida por Europa.

El caso polaco es más grave: en septiembre de 2018, la red europea de consejos del poder judicial suspendió el consejo polaco porque ya no garantizab­a la independen­cia judicial. España debe decidir ahora a quién se quiere parecer: al conjunto de la UE o a Polonia.

El caso polaco es más grave, y la UE se lo ha afeado, pero España debe decidir cuál es su modelo: Europa pide más peso de la carrera judicial

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