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muchas otras malentidades con las que esta ave se enfrenta, nuestra población de codorniz es capaz de superar los factores artificiales y naturales que inciden negativamente sobre su vida gracias a su elevada productividad y temprana reproducción.
La codorniz genera al menos tres cohortes (grupos de ejemplares nacidos en el mismo periodo) de edad cada año, por ello su capacidad para renovar la población se multiplica por tres. Esto hace que el concepto de joven y adulto deba establecerse por meses y no por años. Mediante los cocientes entre los grupos de edad (razones de edad) se evalúa el éxito reproductor y la tasa de renovación de la población. Durante el final del verano de 2020 la razón de edad 3 (RE3) en todas las regiones biogeográficas supera el valor 3, mostrando que la población es expansiva, que más del 80 % de las codornices capturadas por los cazadores eran jóvenes nacidas este año.
Las jornadas de caza de codorniz se realizan fundamentalmente en solitario y en pequeña cuadrilla. Las cuadrillas más habituales son la pareja de cazadores. La codorniz se caza mediante un cazador acompañado de un perro, frecuentemente dos cazadores con sus respectivos perros y en ocasiones acompañados de un tercer perro que es la renovación generacional de uno de los anteriores. Las formas de caza cambian con las regiones biogeográficas; en el sur de la península son más comunes las cuadrillas de dos cazadores, aunque en toda España predomina la caza en solitario. Como promedio, el rendimiento medio de capturas, es decir, las codornices que son abatidas por cuadrilla y jornada, es bastante similar en todas las regiones biogeográficas: oscila entre 4 y 6 capturas por jornada y cuadrilla (2 y 3 codornices por cazador y jornada). Dentro
de las limitaciones (autolimitaciones) en la caza de la codorniz existe un gran recorrido ético. En España tenemos cazadores poco formados y cazadores con un gran nivel de comprensión de la naturaleza y el arte de cazar. Cada vez más cazadores solo disparan a la codorniz que ha muestreado el perro, siempre que esta se encuentre en distancia óptima de disparo, bajo condiciones adecuadas de seguridad y cumpla con los requisitos de la edad y astucia exigidos.
La organización de la caza en las sociedades de cazadores exhibe una gran amplitud de sistemas de regulación y control. El número de días de caza, los horarios, los sectores, los aparcamientos, el cupo de capturas diarias y en posesión, el número de cazadores por cuadrilla, el acceso a los sectores, el número de perros, las características técnicas de las armas y el número de disparos son parámetros normalmente ordenados en las reglas de la sociedad y en concreto para cada coto. Todos estos códigos se diseñan y proyectan desde los planes técnicos de caza. Los técnicos cinegéticos vigilan la sostenibilidad de las poblaciones de animales de caza y elaboran estos documentos técnicos que tienen carácter legal. Nuestros sistemas oficiales de regulación de la caza son avanzados, continuamente se renuevan y mejoran en las distintas comunidades autónomas. Conforme progresa la ciencia aplicamos nuevos y mejores criterios para el aprovechamiento sostenible de la naturaleza. Las reformas de la legislación permiten trasladar e incorporar las innovaciones técnicas para optimizar la sostenibilidad del aprovechamiento de los recursos naturales.
Conocer cuántos animales tenemos, la superficie útil que hay disponible para la codorniz, las malentidades que le afectan, los requisitos ecológicos de la población, cómo hacer que el aprovechamiento cinegético contribuya positivamente a su conservación… son las herramientas básicas que los técnicos cinegéticos (geógrafos, veterinarios, ingenieros de montes, ingenieros agrónomos, ambientalistas y biólogos) aplican en la elaboración de los planes técnicos de caza. Nuestro país es el más avanzado de la Unión Europea en la regulación sostenible de la caza y debe seguir progresando en este sentido. Sobre cómo aplicamos estos documentos descansa nuestra responsabilidad para con la codorniz, porque ellos explican cómo la tratamos. Es importante saber discernir entre lo útil y lo valioso; lo útil para conservar la población y lo valioso para aprovecharla deseablemente, desde comprender su belleza, cómo funciona y los bienes que nos aporta hasta el respeto por el animal abatido. Tenemos que hablar de la codorniz entre todos los cazadores, naturalistas e instituciones. Es urgente consolidar el seguimiento y la gestión de esta especie porque es un imperativo legal. El proyecto Coturnix está financiado por Mutuasport; por supuesto, también por todas las federaciones autonómicas de caza. Nuestro reto es hacer participar a todos los cazadores y ciudadanos en la conservación de la naturaleza. Además, debemos darle proyección europea y africana, esto nos exige conseguir mayor financiación y tejer una amplia red internacional de colaboraciones que sea transversal a las instituciones y ONG.