Moreno y Puig abren el frente de la nueva financiación estatal
▶Los presidentes se reúnen en San Telmo el 21 de septiembre para defender, siglas aparte, una misma reforma ▶El valenciano pidió en Jaén a la ministra Montero «igualdad entre ciudadanos sin dualidad entre territorios»
Será porque no es habitual en la actual coyuntura política, pero el anuncio que realizó ayer el presidente de la Junta de Andalucía sobre su inminente reunión con el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, para abordar la reforma de la financiación autonómica se vislumbra como un acontecimiento que va más allá de un simple encuentro institucional de cortesía entre presidentes de dos comunidades autónomas de distinto signo político.
El encuentro, avanzó Juanma Moreno, se celebrará dentro de dos semanas, el 21 de septiembre, en el palacio de San Telmo y no será solo un primer acercamiento entre ambos líderes en el objetivo de reformar el modelo de financiación del Estado, lesivo para sus territorios, sino que viene precedido de conversaciones de ambos presidentes y de reuniones de sus responsables de Hacienda para lanzar ahora un primer avance del frente por esa reforma.
Moreno y Puig están dispuestos a superar las diferencias ideológicas que le separan precisamente porque hay algo que les une más: el modelo actual «asfixia» a ambas comunidades. Andalucía y Valencia estiman un déficit en torno a los mil millones de euros anuales.
Saben que sin presión sus reivindicaciones caerán en saco roto frente a la estrategia de otras comunidades privilegiadas y beneficiadas por el actual quo político que ni siquiera están dispuestas a entrar en el debate.
El Gobierno ya les dio calabazas a andaluces y valencianos en julio cuando en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera ni siquiera se votó la reclamación de Andalucía, Valencia y Murcia para que se articulara un fondo de nivelación transitorio para compensar ese déficit de financiación que sufren con respecto al resto de comunidades.
Que Andalucía vaya a tener en 2022 «la mayor financiación de su historia», con 20.943 millones de entregas a cuenta, como airea la ministra Montero cada vez que se saca a colación el debate de la financiación, no es consuelo para una comunidad que calcula ingresar 2.398 millones de euros menos del Estado el próximo año y que lleva más de una década perdiendo una media de cuatro millones de euros diarios, como se aprestaba a recordar ayer Moreno cuando reconoció, durante una entrevista en Canal Sur, no tener ningún problema en sentarse a hablar con un presidente autonómico del PSOE o de cualquier otro partido «cuando hay intereses comunes en relación con sus comunidades».
A Valencia no le va a mejor con el actual sistema, de hecho es la comunidad más perjudicada. Cada valenciano recibe 215 euros menos que la media de España en el reparto de fondos del Estado cada año, según el último informe de la Fundación de Estudios de economía Aplicada (Fedea).
No extraña que Puig, como Moreno, haya situado este asunto entre sus prioridades. El presidente valenciano quiere que el Ejecutivo responda ya y no postergue este debate ni lo condicione a una «armonización fiscal» como pretende Montero para eludir el meollo de la cuestión: esa diferencia en el reparto por habitante que amplia las diferencias entre territorios.
La última vez que Puig se lo recordó a la ministra fue este sábado en Jaén donde coincidió con Montero en el acto de partido convocado por Pedro Sánchez con Juan Espadas. Allí sobre el escenario, Puig fue directo al reclamar «una financiación que sea positiva para todos». «Igualdad entre ciudadanos sin dualidad entre territorios», añadió el presidente valenciano, que pide a su partido ir «sin miedo a abordar los problemas de España» y llevar como «única bandera» la igualdad.
Andalucía y Valencia, junto con Murcia, están claramente infrafinanciadas por el sistema pactado en 2009
Una llamada
Prueba de la buena relación que mantienen los presidentes andaluz y valenciano es la llamada que Puig hizo a Moreno para informarle de que participaría en el mitin de Jaén. En el PSOE no podrán reprocharle que oculta sus intenciones por acelerar la reforma de un sistema pactado por Zapatero con ERC en 2009 y que fue aprobado en el Con