«Clamor popular» que llegó tarde para la patrona
«No es el clamor del obispo, que lo dijo en mayo, sino de las redes y del pueblo», lo que ha hecho que las procesiones vuelvan a las calles, o al menos tengan más facilidades para hacerlo después del protocolo entre Consejería de Salud, Ayuntamiento y Agrupación de Cofradías. Así lo indicó ayer el prelado de la diócesis, Demetrio Fernández, en la homilía de la misa celebrada ante Nuestra Señora de la Fuensanta en la Catedral. El obispo agradeció a las autoridades políticas y sanitarias que hayan permitido que vuelvan las procesiones por su «sensibilidad» por haber escuchado «el clamor que lo pedía». Aunque en el caso de la patrona, que hoy vive su día grande, no ha podido ser por el escaso margen de maniobra desde que se sentaron las bases para permitir los pasos en las calles con garantías. «Las circunstancias mandan y somos obedientes: agradezco la sensilibidad con que han escuchado el clamor unánime», recalcó el prelado. Por otro lado, el Santuario de la Fuensanta presentaba ayer un gran ambiente pese a las restricciones de la pandemia, que un año más vuelve a deslucir una de las fiestas más queridas por los cordobeses.