Casi toda la provincia de Córdoba pasa a nivel 1 de alerta, el más bajo de la escala Covid
▶ Solo el distrito sanitario Norte permanece en el nivel 2, según el comité de expertos de la Junta
Tres de los cuatro distritos sanitarios cambian de pantalla en el combate contra el Covid. El comité de alertas de la Junta de Andalucía decidió pasar al nivel 1 en tres de los cuatro distritos en los que se divide Córdoba desde el punto de vista sanitario. Las zonas sanitarias de la capital, del valle del Guadalquivir y del sur de la provincia pasarán al nivel de restricciones que permite una vida más normalizada. Se trata de una medida que se esperaba para dentro de unos días pero que se ha adelantado como consecuencia de unos bajísimos datos de contagio en los últimos días.
La diferencia no se notará tanto en horarios (que se rigen por un acuerdo del Gobierno andaluz, escuchados a los expertos en la materia) como en los aforos de cada uno de los negocios y actividades previstas. Por ejemplo, los comercios podrán recuperar la totalidad del aforo y no tendrán que contar con restricciones en este sentido.
Las ceremonias podrán llegar al tope previsto del 75 por ciento así como el interior de los locales de restauración. Las discotecas y locales de ocio podrán llegar al mismo porcentaje de personas y podrán recuperar la actividad de la barra. Bailar quedará ceñido a los negocios que cuenten con espacio exterior. Los espectáculos taurinos alcanzarán el 75 por ciento de aforo mientras que los cines y teatros podrán casi llenar sus salas, al 85 por ciento del total. La conclusión es que queda superada, oficialmente, la quinta ola de la epidemia del Covid. El paseo a nivel 1 permite llegar a los 13.000 espectadores en los partidos del Córdoba en el Arcángel.
Ayer, Córdoba volvió a ofrecer unos datos realmente bajos de nuevos contagios. Tan pocos que la pregunta general era si había un problema de conteo de datos, si estaban bien. La capital cordobesa, por ejemplo, cayó hasta la incidencia acumulada de 96 casos por cada cien mil habitantes (con unas perspectivas mejores: a siete días son 33 casos). La más reducida de la serie histórica de todo 2022 y una de las más bajas desde la fase explosiva del Covid allá por marzo de 2020. Con la vuelta a la normalidad y el regreso del bullicio solo existe una explicación razonable: la vacunación es un éxito y está generando una protección notoria contra el virus. La cifra tan baja de contagios también hizo que descendiese con fuerza la incidencia acumulada en la provincia que ya se sitúa en 111,2 casos por cada 100.000 habitantes, diez puntos menos que el día previo. El área sanitaria norte se queda en nivel 2 con una incidencia acumulada de 130 con algún elemento novedoso como el crecimiento de datos en pequeños municipios como Valsequillo. En estos momentos, el municipio con mayor incidencia de la provincia de Córdoba es Villaharta por un brote de 24 casos en remisión. Desde hace siete días no se han declarado positivos nuevos en este término municipal.
El Instituto de Estadística y Cartografía (IECA) registró en el día de ayer 40 positivos en las últimas 24 horas mediante técnicas de diagnóstico de infección activa, tras una actualización
Un grupo de personas camina por la calle Gondomar de datos ya que fueron 20 en la jornada anterior. Salud advirtió de problemas en el recuento que, sin embargo, no ha sido un problema para el cambio del nivel de alerta.
Por el contrario, el dato negativo fueron las tres víctimas mortales mortales de ayer a las que se suma una más en esta última jornada en la provincia de Córdoba, que el elevan el total a 1.053 desde que comenzó la pandemia. La hospitalización sufrió un ligero incremento. Según el parte diario de la Junta, en estos momentos hay 71 personas hospitalizadas de las que 22 están en la UCI. Son tres ingresos más sin que haya variado la cifra de críticos. La ocupación de camas Covid en la provincia de Córdoba lleva semanas en franco retroceso aunque se nota más en las plantas de hospitalización que en las UCI. Salud ya advirtió de que se trata de pacientes más jóvenes que tienen a estancias mucho más prolongadas en las salas de críticos que las registradas en las primeras olas de la epidemia.
Los efectos se notarán, sobre todo, en los aforos de interiores y en la capacidad de entrada de público en locales de gran afluencia