El menor y la amiga a la que dejó al borde de la muerte no eran pareja
▶ Consternación en O Carballiño (Orense) por el trágico suceso: «Solo son dos niños»
Tiene 13 años y fue él mismo quien llamó al teléfono de emergencias 112 para dar la voz de alerta: «Acabo de matar a mi amiga». Un equipo médico se desplazó al lugar de los hechos, el número 34 de la calle Astureses de la orensana localidad de O Carballiño, donde el menor vive con su familia. La víctima, de 14 años, yacía en la calle tras precipitarse por el balcón del segundo piso. «Quería saber lo que se sentía al matar a una persona», confesó el menor. La chica permanece hospitalizada en estado crítico.
Ocurrió poco antes de las ocho de la tarde del pasado jueves. Los dos menores habían quedado aquella misma tarde en una plaza de la localidad y en un momento dado se desplazaron al piso donde el chico vive con madre. La
Edificio de O Carballiño desde el que el jueves se precipitó la menor
Guardia Civil indaga si el agresor encerró primero a la joven, para atacarla luego con una pata de cabra, que los investigadores hallaron en el domicilio. Luego, la víctima se precipitó por el balcón, no está claro si empujada por el agresor o en un intento desesperado de escapar de su amigo. El joven tenía un corte superficial en el pecho, hecho con un cuchillo. Los agentes también tratan de esclarecer si fue una autolesión o se lo provocó la víctima al defenderse. Los investigadores descartan que los jóvenes mantuvieran una relación sentimental.
La víctima se debate entre la vida y la muerte en el Complejo Hospitalario de Orense, al que fue trasladada en un helicóptero medicalizado. Perdió mucha masa encefálica, especialmente por el golpe que le dio su amigo con la barra de hierro antes de precipitarse.
El supuesto agresor es menor de 15 años, y por tanto inimputable. Por su edad no se enfrentará a un proceso penal. La Fiscalía de Menores ordenó el mismo jueves por la noche a la unidad psiquiátrica del hospital orensano someterle a una evaluación. Según fuentes de la investigación, ante los profesionales de esa unidad volvió a confesar lo que había hecho. El Ministerio Público investiga también la situación personal y familiar del joven, por si fuera necesario tomar alguna medida. Aunque no estudiaban juntos, agresor y víctima eran amigos desde pequeños. Sus familias, también.
Un pueblo consternado
El municipio está consternado. Decenas de vecinos se dieron cita ayer ante el ayuntamiento en repulsa por lo que había sucedido. Entre ellos, muchos amigos de la víctima, que la describieron como una chica tímida y buena estudiante. Este curso iba a empezar segundo de la ESO.
Matar para «saber lo que se siente» era lo que decía que hacía el famoso ‘asesino de la baraja’, que hace dos décadas sembró el pánico en Madrid con seis crímenes y tres intentos. Pero más allá de esa macabra forma de curiosidad, poco tiene que ver con el caso de O Carballiño. Como decía ayer un vecino en la concentración, «solo son dos niños».