Las tropas españolas, a la espera de que la UE construya otra base
España despliega en estos momentos alrededor de 600 militares en la misión de adiestramiento EUTM Malí, cumpliendo ya ocho años de presencia en este país clave para el Sahel. Su misión principal es adiestrar al Ejército maliense en el campo de entrenamiento de Koulikoro (a 90 kilómetros de la capital maliense, Bamako).
Además, desde el pasado mes de junio al contingente se sumó por primera vez una unidad de helicópteros formada por tres NH-90 del Ejército de Tierra. Precisamente, la llegada de esos aparatos a Bamako va ligada a la construcción de una base más moderna y ampliada en las inmediaciones del aeropuerto de Bamako, algo que debería sufragar en este quinto mandato de misión la UE. Este punto fue tratado entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la representante especial de la UE para el Sahel, Emanuela Del Re.
Los dos golpes de estado sufridos en Malí, en agosto de 2020 y mayo de 2021, no han tenido un efecto aparente en la misión de adiestramiento europeo aunque sí en la propia francesa, conocida como Barkhane y ahora mutada en Takuba, con más implicación de tropas de operaciones especiales de la UE. Francia anunció el fin de su colaboración con las tropas malienses, aunque sobre el terreno tampoco ha habido grandes cambios, más allá de discursos para presionar al nuevo Gobierno maliense fruto del golpe de Estado. Tanto en España como en el resto de países europeos esperan la evolución de los acontecimientos.
También la Guardia Civil
El esfuerzo en la misión EUTM Malí no es el único de España en la región. El Ministerio de Interior, a través de la Guardia Civil, desarrolla el proyecto de Grupos de Acción Rápida de vigilancia y de intervención en el Sahel (GAR-SI) financiado por la UE con 41,6 millones de euros para el periodo 20162021. El objetivo es reforzar las capacidades de las fuerzas de seguridad sahelianas y mejorar la cooperación transfronteriza.