Jennifer López, los ‘water taxi’ y el ‘spritz’
▶ La pareja de moda derrochó amor y glamur en su posado oficial con beso en el Festival de Cine de Venecia
Jennifer Lopez y Ben Affleck paseando en una lancha taxi el pasado jueves por Venecia
Llegar a Venecia para la clausura de la 78ª edición del Festival de Cine tiene sus ventajas. Aunque uno piense que todas las estrellas ya han desfilado por la alfombra roja y todas las películas se han visionado, se equivocan. El jueves pasado llegué al aeropuerto Marco Polo a la misma hora que bajaba de su jet privado Ben Affleck procedente de Los Ángeles. A pie de pista le esperaba su amada Jennifer Lopez que llevaba en la isla del amor desde hacía unos días, cuando participó en el desfile mundial de Dolce & Gabbana.
Montados en un ‘water taxi’ de lujo, como el que nos montamos el selecto grupo de periodistas que asistimos invitados por Lexus, patrocinador cultural de la muestra de cine, la pareja del momento se dedicó besos y caricias mientras atravesaba la laguna. Durante los 20 minutos que duró el trayecto hasta su hotel, el Palace Kempinski en la pequeña isla privada de San Clemente, a diez minutos de la plaza de
San Marcos, fueron perseguidos por una nube de paparazi que inmortalizaron el romántico momento.
Pero no sería el único, al día siguiente, viernes por la mañana cogidos de la mano volverían a derrochar amor por el Lido, la otra isla donde se celebra la acción del Festival. La ocasión lo merecía, la rueda de prensa de la película ‘Last Duel’ que Affleck protagoniza junto a Matt Damon, que también asistió. Al caer la tarde, Jennifer, que por cierto es la más aclamada de la pareja, se enfundó un vestido blanco con un vertiginoso escote y joyas de Cartier, para deslumbrar en la alfombra roja.
Posado oficial
Era el primer posado oficial de los Bennifer –como los ha bautizado la prensa americanaante las más de 200 cámaras que aguardan en la escalinata de la alfombra roja amplia pero corta. Una imagen que pasará a la historia del festival y de los fans. Esos que se agolpan a las puertas del Palazzo del Cinema con móvil en mano para intentar conseguir un selfi, porque ahora ya no se piden autógrafos. En la jornada del jueves los más perse
Javier Bardem y Penélope Cruz por el Gran Canal
guidos por el público para sorpresa nuestra fueron una pareja de tronistas de la versión italiana de MYHYV. Por momentos llegue a confundirla a ella con una Kardashian, dado el revuelo montado.
Lo cierto es que estrenar en un cine de 1078 butacas con un sonido de lujo, impone. El reparto preside la proyección en lo alto, como si de un palco
se tratarse, saludan al terminar y sueltan su discurso para venderse porque se trata de un concurso. El León de Oro lo merece. No ‘América Latina’, la película que vimos nosotros de los gemelos italianos D’Innocenzo, tan ambigua que hasta el título tienen que explicártelo porque si no, no puedes entender porque lo han elegido. La crítica es buena y le ve posibilidades. Reconozco que mi criterio es más comercial no tan profundo.
Y para terminar no hay mejor plan que atravesar los muros del Excelsior, el hotel de postureo del festival. Lo mismo te topas con una fotografía en blanco y negro de Marilyn
cuando estuvo en el Lido que con un set de Armani donde maquillan a las famosas que no hacen cine, pero quedan bien en la foto. La gente se mira entre sí buscando un rostro conocido, porque si estás allí eres alguien, aunque solo sea por unas horas. Imprescindible probar el ‘spritz’, la bebida italiana de moda y no coger ni un canapé porque queda basto. Mientras pienso que estarán haciendo los Beniffer en su isla privada de mil euros la noche. Imposible llegar en ‘water taxi’ sin ser huéspedes y menos a estas horas.
Cae la medianoche y el canal se llena de luces de las barcas que transportan estrellas de una punta a otra de la isla. Los gondoleros fornidos y rubios con camisa de rallas han quedado para los turistas y las familias. Y si esta noche Ben le ha dado el anillo a Jennifer, ese que compró en Tiffany con su madre. Mejor escenario imposible. Y mientras inmortalizamos esta experiencia de lujo en el puente de Rialto (ahora que no hay gente), pienso que el glamur existe y he averiguado porque nadie quiere perderse esta cita cada año. No es solo por el cine, sino por el encanto de la isla, que lo hace mágico. Sino miren la foto de Penélope Cruz y Javier Bardem en una lancha taxi haciendo turismo, no parecen los de aquí. Venecia en sí es una película, recomendada para enamorados.
Lexus es el vehículo oficial del 78º Festival de Cine de Venecia por quinto año consecutivo. Jennifer Lopez y Ben Affleck, al igual que el resto de estrellas, llegaron a la alfombra roja a bordo del nuevo modelo Lexus NX, un híbrido considerado la obra maestra de la marca
22.00 Trece
Esta cadena le dedica su tarde noche a Kirk Douglas y a su variedad de registros interpretativos, primero con un magnífico wéstern de King Vidor, ‘La pradera sin ley’; después con esa maravillosa película de Richard Fleischer, ‘Los vikingos’, y remata una de las obras maestras de Kubrick, ‘Espartaco’, con guion del ‘maldito’ Dalton Trumbo y en la que el actor del hoyuelo se comprometió hasta la empuñadura. Al margen de las disonancias, pendencias y polémicas, la obra de Kubrick y la épica de su personaje libertador y de su potente estrella está repleta de detalles, ideas y grandezas más allá de tiempos y épocas. Y la interpretación y recreación tras Douglas (Laughton, Ustinov, Olivier…) son inolvidables.