El macrocampus europeo de FP arranca sus primeras clases
▶Un centenar largo de estudiantes de técnico de emergencias serán los primeros en inaugurar las aulas ▶Albor habilita los primeros espacios para docencia con una inversión de 20 millones en recuperar Agrónomos
La antigua escuela de Agrónomos, durante años cerrada y abandonada, es en estos días un hervidero de trabajadores. Decenas de personas de distintos oficios se afanan en dejarlo todo listo para el próximo lunes, cuando arrancan las clases del primer curso lectivo del Campus Europeo de FP, la inversión que tiene en marcha la empresa de formación Albor, que tiene otro centro abierto en la ciudad, el de María Montessori. Hoy recibirá a los primeros alumnos en una primera toma de contacto. Esta es la historia de un comienzo porque lo que puede verse en estos momentos es una fracción de lo que la empresa ha decidido poner en marcha, una inversión de 20 millones de euros para que unos 5.000 alumnos se formen en oficios en las instalaciones con la vista puesta en el modelo dual, el que mezcla la docencia en las aulas con la presencia en la empresa.
Los primeros estudiantes que se van a formar en la institución cursarán primer año del grado medio y superior de técnico en emergencias y protección civil. Lo harán también futuros opositores que tendrán en las mismas instalaciones los espacios necesarios para poder formarse, desde los espacios para dar las clases hasta los equipamientos deportivos necesarios para optar, por ejemplo, a una plaza de bombero. Marco Antonio Franco es el gerente del nuevo campus y, literalmente, no para de recibir proveedores, hablar con sus colaboradores y explicar dónde tiene que ir cada cosa. Explica que el de técnicos en emergencias y protección civil es un estudio de nueva creación que habilita los conocimientos necesarios para trabajar en un cuerpo de bomberos o para firmar los planes de emergencias que se exigen ya a numerosas instalaciones. En el futuro, explica, ocurrirá con estos estudios como pasón con los trabajadores de las ambulancias. El título fue preceptivo antes de ponerse al volante de cualquier vehículo sanitario.
El aulario
En estos momentos, el campus enseña su primera patita. Se ha habilitado el aulario interior de la antigua escuela de Agrónomos. Un edificio de dos plantas con 16 aulas y un salón de actos provisional (en el futuro, se rehabilitará el que tenía el complejo cuando era universitario) . También se ha recuperado el taller que se utilizará para formar a los futuros técnicos de emergencias en la parte puramente mecánica. En breve llegarán los camiones de bomberos que tendrán para formarse. Y los varios miles de metros cuadrados de espacio ubicado entre el aulario y los talleres, que ayer recibían los últimos retoques, serán un espacio para las prácticas. Por ejemplo, para que los alumnos sepan cómo se saca a alguien de un vehículo siniestrado.
El plan de obras tiene fechas concretas. El planteamiento inicial es seguir con las actuaciones de recuperación del antiguo invernadero de Agrónomos que se convertirá en un gimnasio rodeado de espacios con una piscina que no será exclusivamente una zona para nadar. Allí es donde se darán las clases de buceo, en el futuro, quienes se formen en los estudios
Un trabajador limpia una ventana del aulario con la torre al fondos
de soldadura. Marco Antonio Franco explica que todo el complejo está pensado para un doble uso. Si se habilita una zona deportiva, eso implicará que será el lugar del complejo donde se realice el entrenamiento de pruebas físicas, muy exigentes, que tienen quienes se formen para las oposiciones a bombero. El responsable del campus europeo explica que, en estos momentos, un futuro opositor tiene que buscar academia, lugar para entrenar y quien le ayude en este proceso físico. El planteamiento de Albor es que el centro permita dar todos esos servicios de una sola tacada, en unas solas instalaciones.
El siguiente paso del macrocampus será, en octubre, el inicio de la recuperación del pabellón principal de Agrónomos y, el año próximo, la recuperación de la torre que preside el complejo. Por razones de movilidad, la empresa propietaria ha decidido que la torre de Agrónomos, santo y seña de las instalaciones, no sirva de aulario. Será una residencia de estudiantes con 260 plazas y donde se admitirá a menores de edad (FP se puede empezar con 16 años) que residan fuera y cuyas familias quieran que estudien allí.
Ayer, el equipo de Albor trabajaba en los últimos retoques del complejo a toda prisa con el objetivo de poder realizar la jornada de recepción de alumnos a las renovadas instalaciones de Agrónomos. Por ejemplo, la limpieza de las estancias, la pintura decorativa, las pantallas digitales que tienen que anunciar qué asignatura se imparte en cada clase o las pizarras, grandes pantallas de televisión que serán donde se expongan los contenidos de cada clase. Los profesores estarán dotados de una tablet de una conocida marca informática en la que expondrán las lecciones teóricas. El objetivo, explica el gerente del campus, es que el centro no utilice papel en sus procesos formativos. Los alumnos también tendrán una pantalla con la empresa de la manzana para los apuntes, las referencias para estudiar y los manuales necesarios.
Albor mantendrá su centro de María Montessori abierto a corto y medio plazo aunque la vocación de Agrónomos será la de unificar en un solo campus el desarrollo de toda la oferta formativa. Ese centro queda en estos momentos vinculado a toda la parte sanitaria y sociosanitaria que lleva a cabo Albor en Córdoba. Eso no implica que en el nuevo campus no se estén planeando ya iniciativas a corto plazo como un acuerdo con una gran empresa sociosanitaria que servirá para la capacitación laboral en un sec
La torre de la antigua escuela se dedicará a una residencia de estudiantes que podrán estar internos en las instalaciones
El arranque se llevará a cabo con estudios medios y superiores de técnico en atención de emergencias y protección civil