Caixa Geral demanda a Caja Rural antes de sus operaciones en suelo portugués
▶ La firma lusa reclama la exclusividad de uso de la marca ‘caixa’ en el territorio
Caja Rural tiene muy avanzado el proyecto para operar en Portugal, pero se ha encontrado con un obstáculo inesperado que amarga su puesta de largo al otro lado de la frontera. El nombre oficial de la entidad andaluza es Caja Rural del Sur y, como es lógico, realizó una adaptación al portugués para que los clientes contratasen sus servicios con toda naturalidad, sin dejar evidencia exterior de que se trata de una firma extranjera.
Por tanto, ya traducida, Caixa Rural do Sul se disponía a acelerar los trámites para entrar en funcionamiento… hasta que la portuguesa Caixa Geral hizo acto de aparición con la exigencia de que la palabra ‘caixa’ solo pueden utilizarla ellos en el país vecino.
La sorpresa de los ejecutivos sevillanos se plasmó en toda regla y, para colmo, los portugueses no se han quedado en las amenazas verbales. En efecto, han pasado a la acción en los tribunales con el fin de obligar a la competencia española a cambiar la denominación.
Los planes expansivos de Caja Rural son anteriores al estallido de la pandemia del coronavirus, aunque la autorización del Banco de Portugal para su licencia de explotación no llegó hasta el 3 de marzo del año pasado, tal como detalla el semanario ‘Expresso’.
De hecho, apenas transcurrió una semana hasta que se procedió a registrar con éxito la marca Caixa Rural do Sul, que ha comprobado la buena marcha que tienen sus acuerdos con empresarios del Algarve en el Instituto Nacional de la Propiedad.
La entidad lusa perdía, por tanto, la primera batalla, pero no se conforma y acaba de elevar un recurso ante el Tribunal de la Propiedad Intelectual. ¿Dónde está escrito que el uso comercial del vocablo ‘caixa’ les pertenece? Esa es una de las incógnitas que flotan en el aire. Además, no puede olvidarse que existe en Portugal la Caixa de Crédito Agrícola.
Los portugueses se aferran al precedente de su conflicto similar con los catalanes de Caixabank. Un litigio judicial que arrancó a finales de 2016 y se prolongó hasta dos años después. Recursos y más recursos hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Portugal dio la razón a Caixa Geral. Ahí es donde se halla la base para la reclamación actual, que puede convertirse en un calvario para la empresa con sede central en Sevilla.
El banco luso se encontraba hace unos años en pleno proceso de recapitalización tras detectarse la urgencia de una inyección de entre 4.000 y 5.000 millones de euros, y pretendía iniciar su nueva etapa con un cambio de nombre, Banco Caixa, lo cual no gustó nada a los catalanes, con fuerte presencia en el mercado vecino ya que controlan el Banco Portugués de Inversiones (BPI).
El consejo de administración de CGD aprobó registrar la marca en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, sembrando así el recelo tanto en Caixa D’Estalvis i Pensions como en Caixabank Sociedad Anónima.
Barcelona presentó una demanda, y surgió así todo un culebrón económico que terminó en manos del Alto Tribunal, el mismo que Caixa Geral tiene hoy en el punto de mira, si fuera necesario.